«Nadie le defendió aquel día», lloraba la madre
La mujer no podía contener su dolor al evocar a su hijo muerto, pero ese dolor no resultó estéril esta vez. |
Actualizado 9 mayo 2015
El pasado 1 de mayo, el grupo provida Created Equal [Creados
Iguales] se encuentra en labor de rescate ante un abortorio de Columbus
(Ohio, Estados Unidos). Acaban de conversar con una pareja que sale del
Founder´s Women´s Health Center, donde han concertado una cita para el aborto, y el hombre y la mujer se van a introducir ya en el vehículo. (Ver abajo el vídeo de la escena completa.)
En ese momento, una mujer que pasa por allí se les acerca para transmitirles un dramático mensaje, con la voz entrecortada por el llanto: "Me he parado al verles ahí enfrente [en referencia a los provida, n.n.]. Quería compartir mi historia. ¡Nadie defendió a mi hijo...! Hoy no tengo a mi hijo. Nadie le defendió aquel día. Nadie. Nadie le defendió, así que yo entré y lo hice". Ella abortó allí mismo hace treinta años.
Cuando se aleja del coche, los provida se dirigen a ella para consolarla y recabar su testimonio. La mujer les dice: "Estáis haciendo lo correcto. Hay mujeres de mayor edad que yo y todavía sienten dolor. Da tanta vergüenza... Nadie quiere hablar de ello".
Poco a poco se va agobiando: "Esos demonios cogieron a mi hijo... Esos demonios cogieron a mi hijo... ¡El niño no volverá! ¡El niño no volverá! Ese demonio se rió y aumentó la potencia de la succión. ¡Mi hijo no volverá! ¡Mi hijo no volverá! Y tuve tiempo de decirles que pararan, pero estaba como ida... ¡Mi hijo no volverá! Él lo sajó y lo partió en dos. Y luego me preguntaron si quería un refresco o una galleta. ¡Un refresco o una galleta!".
La mujer baja entonces la cabeza, evocando derrotada aquel momento, y se abraza a la mujer de Created Equal a quien contaba la historia, mientras le lamenta en voz baja: "Nadie les defendía entonces".
"Continuad con lo que estáis haciendo", concluye al separarse de ella: "Continuad con lo que estáis haciendo. Si una sola madre os escucha, habréis hecho un buen trabajo".
Y lo hicieron. La pareja que acababa de concertar su cita para el aborto, volvió después para decirles que lo habían cancelado.
Escena grabada por Created Equal
En ese momento, una mujer que pasa por allí se les acerca para transmitirles un dramático mensaje, con la voz entrecortada por el llanto: "Me he parado al verles ahí enfrente [en referencia a los provida, n.n.]. Quería compartir mi historia. ¡Nadie defendió a mi hijo...! Hoy no tengo a mi hijo. Nadie le defendió aquel día. Nadie. Nadie le defendió, así que yo entré y lo hice". Ella abortó allí mismo hace treinta años.
Cuando se aleja del coche, los provida se dirigen a ella para consolarla y recabar su testimonio. La mujer les dice: "Estáis haciendo lo correcto. Hay mujeres de mayor edad que yo y todavía sienten dolor. Da tanta vergüenza... Nadie quiere hablar de ello".
Poco a poco se va agobiando: "Esos demonios cogieron a mi hijo... Esos demonios cogieron a mi hijo... ¡El niño no volverá! ¡El niño no volverá! Ese demonio se rió y aumentó la potencia de la succión. ¡Mi hijo no volverá! ¡Mi hijo no volverá! Y tuve tiempo de decirles que pararan, pero estaba como ida... ¡Mi hijo no volverá! Él lo sajó y lo partió en dos. Y luego me preguntaron si quería un refresco o una galleta. ¡Un refresco o una galleta!".
La mujer baja entonces la cabeza, evocando derrotada aquel momento, y se abraza a la mujer de Created Equal a quien contaba la historia, mientras le lamenta en voz baja: "Nadie les defendía entonces".
"Continuad con lo que estáis haciendo", concluye al separarse de ella: "Continuad con lo que estáis haciendo. Si una sola madre os escucha, habréis hecho un buen trabajo".
Y lo hicieron. La pareja que acababa de concertar su cita para el aborto, volvió después para decirles que lo habían cancelado.
Escena grabada por Created Equal
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