La necesaria colaboración de las fuerzas armadas y del gobierno
Hector Marín Rossel, Hermano De Un Jóven Víctima De La Dictadura © Vatican Media |
(ZENIT – 19 enero 2018).- En la Iglesia del Santuario de Iquique, al norte de Chile, ha tenido lugar este jueves 18 de enero de 2018, antes del almuerzo del Papa y a continuación, el encuentro, anunciado del Papa Francisco y de las víctimas de la dictadura de Gustavo Pinochet, indica el Vaticano.
Desean la colaboración del gobierno y de las fuerzas armadas.
Pinochet (1915-2006) gobernó Chile desde el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 hasta el 11 de marzo de 1990, después del referéndum de 1988.
El periodo de la dictadura militar comienza cuando los comandantes de las fuerzas armadas y de la policía derrocan con un golpe de estado al gobierno del presidente Salvador Allende, elegido democráticamente.
La dictadura finaliza después de un referéndum revocatorio perdido por Augusto Pinochet que, después de una breve transición democrática, permite la restauración de la democracia el 11 de marzo de 1990.
En Iquique, en el norte del país, desértico, Augusto Pinochet había autorizado y financiado dos centros secretos de detención y de tortura.
Una carta ha sido entregada al Papa Francisco, en la Casa de Retiros espirituales “Nuestra Señora de Lourdes”, por un familiar de las víctimas de la represión de los años setenta, que alimenta la esperanza de poder encontrar a los familiares detenidos y más tarde “desaparecidos”.
Previamente, el Papa había encontrado también, en la iglesia adyacente, 10 enfermos y 2 miembros de la familia de dos víctimas de la represión de Pinochet que le han entregado también una carta. Ellos también siguen esperando encontrar a los detenidos que convertidos en “desaparecidos”.
“Papa Francisco, pongo en sus manos la esperanza de encontrar a nuestros prisioneros “desaparecidos”, ha dicho Hector Marín Rossel, cuyo hermano, Jorge, fue secuestrado el 28 de septiembre de 1973 y muerto el mismo día en Iquique, a la edad de 19 años.
Hector Marín Rossel es ahora el presidente de la Asociación de familiares de víctimas del régimen y de Detenidos Desaparecidos de Iquique y Pisagua (Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y Detenidos desaparecidos de Iquique y Pisagua, AFEPI).
Según la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Rossel ha dicho haber expresado al Papa cuánto aprecia su acción en favor de la promoción y de la defensa de los derechos humanos en Chile.
Hablando después con el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke, el presidente de la AFEPI ha confiado que “el Papa se ha mostrado receptivo” escuchando sus palabras y recibiendo la carta.
En su carta, describe al Papa el compromiso de la asociación para encontrar a los miembros desaparecidos de las familias de Chile.
Ha confiado a la agencia Ansa que esta “cruzada humanitaria” permitirá “obtener la paz espiritual tan necesaria”.
El Obispo Mon. Guillermo Vera Soto, había confirmado el proyecto de encuentro del Papa con los familiares de las víctimas, 28 años después del fin de la dictadura que deja, según Luis Badilla (il Sismografo), de las “heridas abiertas”, a pesar del “trabajo de reconciliación y de pacificación”: Badilla el mismo es chileno. Este encuentro constituirá un “recuerdo indeleble” en los corazones de los chilenos.
Después del almuerzo, el Papa ha ido al aeropuerto de Iquique desde donde ha partido hacia Perú. Ha llegado a la capital, Lima, a las 16h32 (22h32 de Roma).
Desde el viernes por la mañana, el Papa volará a las 8h30 (14h30 de Roma) hacia la ciudad de Puerto Maldonado donde se encontrará con los pueblos de la Amazonía: una piedra de espera en el camino del Sínodo de 2019 sobre la Amazonía.
© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo
in
Sem comentários:
Enviar um comentário