Matthew D. Pride se casó con una católica... sin intención de serlo él
La devoción a la Virgen María hizo comprender al protagonista de esta historia el significado de su propia masculinidad. |
21 enero 2018
La Virgen María es modelo de mujer y madre, pero también inspira a los hombres el verdadero sentido de su misión en el plan de Dios. Así sucedió con el oficial del Ejército estadounidense cuya historia recoge Javier Lozano en Cari Filii News:
La masculinidad está siendo atacada por las distintas ideologías dominantes. El papel de hombre como esposo y como padre se está diluyendo en la sociedad actual y es por ello que desde la Iglesia se está trabajando para que el varón redescubra su masculinidad y así pueda ejercer el papel que se la ha encomendado en el matrimonio, la familia y la sociedad.
Sobre este aspecto de la masculinidad y la virilidad ha reflexionado también Matthew D. Pride, oficial del Ejército de Estados Unidos y graduado por la prestigiosa academia de West Point. Es además licenciado en Ingeniería por la Universidad de Missouri y posee un Máster en Artes y Ciencias Militares.
Aquella misa a la que fue sin ser aún católico
Matthew lleva once años casado con su esposa Christina, con la que tiene 4 hijos. Aunque ahora es un católico devoto, no siempre lo fue. La insistencia de su mujer finalmente tuvo sus frutos.
Sin embargo, este oficial reflexiona en Catholic Gentleman sobre cómo descubrió la masculinidad a través de la Virgen María, es decir, su papel como hombre en el mundo actual.
“Hace algunos años escuché a un sacerdote decir algo impactante durante una homilía. Fue antes de que yo fuera católico aunque estaba presente en la Misa en un día de precepto como una forma de mantener una ‘falsa paz’ en mi matrimonio”. Su esposa se había convertido al catolicismo poco antes de que se conocieran, se casaron en 2006 y él se comprometió a que se educara a sus hijos en la fe, aunque él no tenía intención de ser católico.
La respuesta que ofrece María a los hombres en particular
Aquel día, el sacerdote dijo que “María es un regalo para todos los hombres”. Era la fiesta de la Asunción, y Matthew pensaba que el presbítero se refería a que la Virgen era un regalo para toda la humanidad, una expresión típica, por lo que desconectó de la homilía.
Pero entonces el sacerdote intensificó su tono y cambió su enfoque por lo que volvió a llamar la atención de este joven no creyente. “María ofrece a los hombres, en particular, una salida a un problema difícil. Para las mujeres, amar a Jesús es fácil y natural. Pero no es tan fácil o natural para un hombre amar a otro hombre tan íntimamente como debemos amar a nuestro Señor. María presenta a los hombres una solución a este difícil desafío”, dijo el cura en la homilía.
“¿Qué demonios está diciendo?”. Esto es lo que pensó cuando escuchó al sacerdote, pero no podía dejar de escucharle. No paraba de darle vueltas a aquello de que “María es un regalo para los hombres”.
La luz que recibió con la Teología del Cuerpo
Matthew cuenta ahora que durante años, estas palabras se quedaron en un segundo plano en su mente. Incluso cuando se bautizó en 2014 en la festividad de la Inmaculada Concepción. “No fue hasta años más tarde, después de toparme con las enseñanzas de San Juan Pablo II sobre la Teología del Cuerpo, cuando la sabiduría de aquel sacerdote finalmente me condujo a una gran comprensión de lo que significa ser hombre”.
La Teología del Cuerpo de Juan Pablo II le iluminó con lo que aquel sacerdote dijo en su homilía.
Este mando militar recuerda que “el papel de María en la Iglesia es reflejar y avanzar en la gloria de su hijo. De hecho, "María nunca deja de defender y proteger a Jesús”. Pone el ejemplo del título de Theotokos (Madre de Dios), que “simplemente refleja la verdad de la divinidad de su hijo, y no es exclusivamente una alabanza únicamente a María”.
La imagen de Dios en la pareja hombre-mujer
“A imagen de Dios los creó, varón y hembra, los creo”. Para Matthew, “este increíble pasaje del Génesis no significa simplemente que Dios creara a cada individuo a imagen de Dios sino que también imprimió esta imagen a la vida comunitaria del hombre con la mujer”.
El Papa Francisco explicó esto mismo durante una homilía: “no sólo el hombre es imagen de Dios, no solo la mujer es imagen de Dios, sino que también el hombre y la mujer, como pareja, son imagen de Dios”.
La complementariedad de los sexos
Pero además, recuerda que el Catecismo indica que el hombre y la mujer se hicieron “el uno para el otro” no porque Dios los haya dejado a medio hacer o incompletos sino que los creó para ser una comunión de personas y uno pueda ser una ayuda para el otro.
Es por ello que “sabemos por la Teología del Cuerpo –afirma este militar- que la complementariedad de los sexos recibe una gracia particular en el sacramento del Santo Matrimonio”.
Un acto esencial de masculinidad
Y es en este punto en el que Matthew vuelve al papel de María y la masculinidad. “Aquí es donde las palabras del sacerdote de antes se enfocan perfectamente. María es la Inmaculada Concepción, la Nueva Eva, perfectamente complementaria a cada hombre. Como la Nueva Eva, María es nuestra ayudante, perfectamente compatible con cada varón y con el anhelo de dirigir la masculinidad para convertirnos en lo que Dios nos llamó a ser en nuestras familias, en nuestros matrimonios y en la sociedad”.
“Con su ayuda y sus gracias, podemos asegurar la victoria que se nos entregó por el sacrificio puro de su hijo, Nuestro Señor Jesucristo. Como hombres, la consagración a ella no es simplemente un acto espiritual de fe, sino un acto esencial de masculinidad.Ella nos completa, lo cual no quiere decir que Dios nos dejó a medio hacer o incompletos. En cambio, Dios nos creó para estar en comunión con la feminidad perfecta, la cual, encontramos en ella. Como dijo el sacerdote, María es un regalo para los hombres”, concluye Matthew D. Pride.
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