17 noviembre 2017
Anthony Chirayath ha denunciado el acoso que está sufriendo la minoría católica local |
Desde India, el obispo de Sagar, monseñor Anthony Chirayath, ha hecho un angustioso llamamiento a los católicos de todo el mundo. “Ayudadnos”, ha puesto que los radicales hindúes “están tratando de eliminar a los cristianos”.
A través de AsiaNews, el prelado alerta que los cristianos de su diócesis están siendo acusados por los radicales hindúes de llevar adelante conversiones forzosas. “Todo eso es falso” declara, y agrega que los nacionalistas “están creando un clima de hostilidad contra nosotros, difunden noticias falsas a través de los periódicos, los canales de televisión, haciendo un lavado de cerebro. Su objetivo es generar miedo entre los cristianos y, sobre todo, entre la gente que nos rodea, que frecuenta las iglesias y tiene vínculos con los sacerdotes, de modo de impedir nuestra evangelización por todos los modos posibles”.
“Tenemos miedo, podemos ser atacados en cualquier momento. Nuestras escuelas, instituciones y orfanatos pueden ser dañados. Ayúdennos”, declara monseñor Chirayath.
El obispo de Sagar cuenta que “todo comenzó con la clausura del colegio católico de Mohanpur. Entonces, los radicales hindúes iniciaron una protesta en Sagar. Es una táctica, quién sabe qué otra misión irán a atacar ahora”. Él cuenta que ha “pedido ayuda a las autoridades civiles. Pedimos protección y seguridad para nuestros religiosos y para las instituciones”.
El colegio de Mohanpur, que es propiedad de la Iglesia, había sido inaugurado en 1997, y brindaba comida y alojamiento a los niños tribales. Su clausura fue dispuesta por las autoridades de Guna a fines de septiembre, y fue “fomentada por radicales del lugar, que se quejaban de que allí había actividades de conversiones forzadas en relación a menores de edad. Los radicales llegaron al lugar en plena noche, con cuatro camionetas, y amenazaron a los niños y al sacerdote, diciendo que desmantelarían del área”.
“Pero no hubo ninguna provocación de parte nuestra”, protesta. Luego agrega que en el pueblo viven en total 225 familias tribales, de las cuales sólo cinco son católicas.“Durante años, el colegio se dedicó al servicio en favor de los pobres, y aún sigue cerrado. La acusación que nos hacen los radicales es haber convertido a 200 personas de ese pueblo, pero la policía ha hecho las averiguaciones del caso y ha confirmado que no ha habido ninguna conversión. Estamos aguardando la sentencia de la magistratura. También hemos pedido protección para las familias cristianas, que reciben amenazas y a quienes se intima a abandonar el lugar”.
También otro suceso está causando gran temor entre los cristianos locales: los radicales hindúes convocaron a una manifestación con antorchas encendidas, que se realizó el 10 de noviembre pasado. El desfile se llevó a cabo en la ciudad de Sagar. El obispo cuenta que “en la localidad viven menos de 1.000 católicos, sobre una población total de 300.000 habitantes. Además, en la zona donde se organizó el cortejo no vive ningún católico. La paradoja está justamente aquí. Frente a estos pequeños números, todo lo ocurrido resulta absurdo”. “Ahora estamos atemorizados –agrega-. Tenemos miedo de ser atacados durante la noche, cuando nos reunimos a rezar el Rosario en las casas de los católicos”. Y él subraya que lo hacen en “casa de católicos, y no entre los hindúes o con fieles de otras religiones. Se nos acusa falsamente, están creando un clima de hostilidad contra nosotros”.
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