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sexta-feira, 17 de outubro de 2025

En soledad y abrazada a la fe: así sobrevive Machado tras ganar el Nobel, lo cuenta su círculo

Tres colaboradores de María Corina charlan con ReligiónEnLibertad sobre su faceta más espiritual

"Sé que ella reza diariamente, y en los últimos tiempos, lo hace con un fervor notable", dice su círculo cercano. 

Juan Cadarso
17.10.2025 | 06:54  Actualizado: 

La líder venezolana María Corina Machado es la nueva Nobel de la Paz de este año 2025. Desde la clandestinidad, vive los momentos más cruciales para su país, especialmente tras el cerco del Ejército estadounidense a las costas del país y de la reciente luz verde de Trump a la CIA para derrocar a Maduro.

ReligiónEnLibertad acaba de contactar con tres de los colaboradores más cercanos de la carismática político para hablar de su fe, de sus valores y de la importancia de Dios en su hacer político. Como reconocen ellos mismos, "personas cercanas que la conocen, la respetan, la quieren y la admiran". 

[Por cuestiones de seguridad, ante posibles represalias y debido a la situación actual del país, sus nombres han sido eliminados].

-¿Qué papel cree que juega la fe en la vida personal y en la trayectoria política de María Corina Machado?

-Quisiera empezar explicando que no me corresponde hablar sobre la profundidad de su fe o sus convicciones internas, pues eso es un territorio sagrado y privado. Mi perspectiva es sobre el exterior, sobre la evidencia visible de su vida. Lo que sí puedo asegurarles, y lo que he visto día tras día como colaboradora y amiga, es cómo esa fe moldea su carácter

»En la toma de decisiones: conozco la rigurosa integridad y la bondad que aplica en cada decisión, tanto profesional como personal. Su brújula moral es inquebrantable. En su espíritu: Puedo dar fe de su inmensa bondad y de su genuino deseo de no perjudicar a nadie, de luchar siempre por la verdad, en ayudar al prójimo y en el inmenso valor del sacrificio personal para lograr el bien para todos.

»Todo esto ha marcado significativamente su trayectoria política, porque mas que un problema político, lo que ocurre en Venezuela es una lucha existencial y espiritual, es una lucha del bien y el mal.

-¿Sabe si tiene alguna práctica espiritual diaria que le ayude a mantenerse en medio de las dificultades?

-Sé que ella reza diariamente, y en los últimos tiempos, lo hace con un fervor notable, dedicando tiempo a la oración y meditación, recientemente con el Padre Nuestro. Además, sé que invoca con frecuencia al Espíritu Santo para guía y claridad, y deposita una gran confianza en la compañía de la Virgen María, un soporte que es muy visible en su día a día. 

»De hecho, tiene una particular devoción y confianza en el rezo del Santo Rosario. Para mí, como amiga y colaboradora, estas son prácticas que explican la serenidad y la fortaleza con la que afronta los desafíos y la profunda paz interior que irradia en estos momentos tan complejos.

-¿Conoce cómo le ha transmitido la fe a su familia?  

-En el ámbito familiar, su intención siempre fue proveer una base sólida de valores católicos. Sus hijos fueron educados en la fe católica, asistieron a colegios católicos y recibieron los sacramentos de iniciación. Pero más allá de esta formación formal, lo verdaderamente distintivo en su hogar es que la fe no es solo una etiqueta, sino una conducta aplicada. 

»Ellos han sido educados dentro de una familia donde se predica con el ejemplo, a través de la exigencia diaria de hacer lo correcto, lo decente, y de mantener una brújula ética innegociable. Esto es, en mi opinión, su mayor legado: una vida familiar que traduce los valores católicos en decisiones y acciones cotidianas.

»Y no solo lo ha transmitido a su familia. Ella es una líder que logró llenar de fe y esperanza a un país entero como una fuerza de cambio, demostrando que la esperanza no es ingenuidad, sino la certeza moral de que la justicia y la decencia prevalecerán en Venezuela.

"En el ámbito familiar, su intención siempre fue proveer una base sólida de valores católicos", dicen sus colaboradores más cercanos.

-¿Tiene una devoción especial a la Virgen o a algún santo?

-Ella es profundamente mariana. Su fe se nutre de una especial conexión con la Virgen María, teniendo una devoción particular por dos figuras muy importantes para Venezuela: la Virgen de Coromoto y la Virgen del Valle. 

»A estas devociones se suma María Auxiliadora. Ella siente una protección especial de esta advocación, pues al haber fundado Vente Venezuela un 24 de mayo, la considera la protectora de la organización.

»Además, conozco su gran afinidad y devoción por Santa Ángela de Merici. Yo diría, con toda seguridad, que ella es realmente una hija de Santa Ángela. El espíritu del 'Serviam' —el 'Yo serviré'— no es solo un lema, sino que está grabado en su corazón y se manifiesta en su ética laboral y en su deseo de servir a los venezolanos.

»Esa devoción por el servicio y la claridad de propósito es, en mi opinión, la fuente de su inagotable energía y de su compromiso con Venezuela.

-¿Cree que su complicado liderazgo político lo entiende como una misión, una vocación, una entrega...?

-Absolutamente. Creo firmemente que para ella, su liderazgo político no es una carrera, es una vocación. Además, la forma en que ella maneja y ha resistido la cruel persecución que ha enfrentado es la prueba más tangible de ello. Ella entiende su rol como una misión que trasciende lo personal, una entrega total a la lucha por la verdad.

»La he visto tomar decisiones que implicaban grandes costos personales y profesionales, y en esos momentos, su compromiso no se tambalea. Eso no es ambición, eso es sacrificio. Es el 'Serviam' manifestándose en la arena pública.

»Para ella, el camino que ha tomado no es fácil, pero es el correcto. La persecución no es un obstáculo, sino una consecuencia de vivir su misión con integridad y entrega absoluta.

-¿Han hablado de Dios? ¿le habló de algún acontecimiento vital que le acercara más a la fe?

-Sí, en efecto, hemos hablado de Dios en numerosas ocasiones. Ella siempre ha sido una persona de fe, pero si tengo que referirme a un acontecimiento vital que la haya marcado profundamente y que la haya acercado aún más a la esencia de su fe, sin duda fue la muerte de su padre.

»La partida de su padre fue un momento de quiebre y, a la vez, de profunda afirmación. Recuerdo que en ese proceso, ella me comentó que la pérdida la obligó a redimensionar el valor de la vida y a asirse a una confianza que trasciende lo terrenal, tomando una consciencia más fuerte de su vocación de servicio y misión.

»La partida de su papá, en medio de un inmenso dolor y una profunda tristeza, le reveló la cercanía constante de Dios, haciéndole patente que Él siempre estuvo, y ahora más que nunca, está a su lado.

-¿Sabe si puede disfrutar de los sacramentos en la clandestinidad?  

-Debido a las persecuciones y a la necesidad de mantener su clandestinidad, desconozco su ubicación y las condiciones bajo las cuales ella pueda o no tener acceso a los sacramentos. Esta es una esfera de su vida que debe permanecer oculta por su seguridad.

»Sin embargo, lo que sí puedo afirmar es que se encuentra muy sola. Esto es un sacrificio inmenso que ella está realizando en este momento. Por lo tanto, en estos momentos su fe se sostiene más en una comunión espiritual personal y una voluntad inquebrantable que es un testimonio de la autenticidad de su misión.

"La partida de su padre fue un momento de quiebre y, a la vez, de profunda afirmación", cuentan sobre Machado.

-¿Cómo está viviendo la canonización de los próximos santos venezolanos: José Gregorio Hernández y Carmen Elena Rendiles? ¿qué espera para el pueblo venezolano? ¿le gustaría poder asistir en libertad?

-Para ella, esta canonización es un gran signo de esperanza y resiliencia para el pueblo venezolano. Es un recordatorio de que la santidad es un camino que se construye precisamente en la adversidad, la perseverancia y la entrega diaria.

»Ella lo ve como la confirmación de que la fe auténtica de los venezolanos es capaz de superar las circunstancias más difíciles. Además, considera este momento oportuno y providencial para pedir la bendición y la intercesión de los nuevos santos por la liberación de Venezuela, para que el país pueda recuperar su dignidad.

»Ella espera que esto sea un ancla moral y espiritual y por supuesto le gustaría ir en libertad. Pero su deseo más profundo no es solo asistir personalmente, sino que el pueblo venezolano en su totalidad pueda vivir ese momento sin miedo, sin persecución y en plena libertad. Para ella, la alegría de la canonización solo será completa cuando se celebre en una Venezuela libre y sin un solo preso político en sus cárceles.

»Si ella no puede asistir, sé que su oración es que, a través de estos nuevos intercesores, se logre la libertad de todos los presos políticos en Venezuela.

-¿Sabe de algún ejemplo de ayuda que haya prestado a los más necesitados y que revele su personalidad?

-Son muchos casos. De hecho, es uno de los aspectos que más admiro de ella es que su ayuda a los necesitados siempre ha tenido dos dimensiones: una pública y una muy íntima y personal

»En el plano público, la evidencia es vasta: su trabajo en la Fundación Atenea, centrado en la ayuda social y comunitaria, es un testimonio de su compromiso estructural con el país. También Recuerdo vívidamente su apoyo y acompañamiento directo a las familias afectadas por la tragedia de Amuay, así como su respuesta ante los numerosos deslaves que han afectado a Venezuela en los últimos años.

»En el plano personal, más allá de estos grandes gestos, su verdadera personalidad se manifiesta en el día a día, de forma silente y constante. Ella tiene una preocupación genuina y activa por el bienestar de sus compañeros y de la gente que trabaja a su alrededor. Se involucra a título personal para resolver problemas individuales, para asistir en emergencias o para dar un apoyo discreto a quien lo necesita. 

»Es esa bondad activa y desinteresada, que no busca reconocimiento, la que mejor revela la integridad y el espíritu de servicio que la define.

-¿Qué es para Machado la esperanza?

-Para ella la esperanza es el motor de su lucha por Venezuela. Es la certeza de que el sacrificio no es en vano y que la justicia prevalecerá. Es la obligación de no claudicar y seguir trabajando, porque la lucha por la libertad es intrínseca a la dignidad humana. 

»La esperanza es la luz que le permite ver el puerto de la liberación cuando la mayoría solo ve la oscuridad. Es el acto de fe más grande: creer en la restauración del país, incluso cuando las circunstancias lógicas dictan lo contrario. La esperanza es la fuerza espiritual que la mantiene firme en su misión de entrega total por Venezuela.



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