Olá bom dia! Não,
ainda não estamos no final de dezembro para falar em ano novo... A razão é
outra, o calendário da liturgia católica inicia, com o Tempo do Advento, um
ano novo: prepara o Natal, o nascimento de Jesus, que inaugurou não só um
novo ano, mas uma nova era!
O "ano
novo" acontece quando decorre a cimeira do clima, que não conta com a
presença do Papa, por razões de saúde, mas a sua mensagem está lá, no Dubai,
Francisco enviou uma mensagem
vídeo aos responsáveis religiosos presentes na 28.ª Conferência das
Nações Unidas sobre Alterações Climáticas (COP28) e desafiou a um trabalho
conjunto pela paz e pelo ambiente.
“Urge que as religiões, sem cair na armadilha do
sincretismo, deem o bom exemplo de trabalharem juntas, não para os próprios
interesses nem para os interesses duma parte, mas para os interesses do
mundo. Entre estes, os mais importantes são a paz e o clima”.
A cimeira do clima
foi o tema para a entrevista Renascença/Ecclesia desta semana. O
franciscano frei
Hermínio Araújo foi o convidado, que recordou as mensagens do Papa
Francisco sobre a ecologia integral para dizer que não se trata de
afirmações para “crentes e para não crentes”, nem para grupos de “esquerda ou
de direita”.
“Sempre que se tem pensado a Doutrina Social da Igreja, ou do
pensamento social cristão, este tema [ecologia] tem aparecido, mas acho que
ainda não suficientemente, e se calhar muito conotado quase com tonalidades
de esquerda, o que é no mínimo muito estranho. Isto não é uma questão de
esquerda ou de direita”.
Este domingo, o Papa
apelou a um novo cessar-fogo entre Israel e Palestina, alertando para a
“grave” situação que se vive na região.
“Desejo que todas as
partes envolvidas possam chegar, o mais rapidamente possível, a um novo
acordo para o cessar-fogo e encontrar outras soluções, que não as armas,
procurando percorrer caminhos corajosos de paz”, referiu, numa intervenção
lida após a recitação da oração do ângelus, com transmissão em direto, na
Praça de São Pedro e nos canais digitais da Santa Sé.
Deste fim de semana,
fica também para a história a tomada
de posse do título de cardeal da basílica de Santo António de Pádua de
D. Américo Aguiar. Um pequeno problema, como disse o atual bispo de Setúbal:
“ele é de Lisboa, mesmo que o título o chame de Pádua. Vamos resolver o
problema com a fraternidade e a comunhão na oração”.
Brandon nació en una familia de brahmanes: «Escribiendo aquella carta sentí una presencia de paz»
"Sentí como si hubiera muerto en ese retiro y hubiera vuelto a nacer otra persona. Hablando con la chica, me dijo que yo ya no era la misma persona", relata Brandon Vaidyanathan.
Brandon Vaidyanathan es profesor de Sociología en la Universidad Católica de América, de origen indio, vivió gran parte de su infancia y adolescencia en los países del Golfo Pérsico. Como parte de una familia de brahamanes hindúes (casta de sacerdotes, la más respetada de la sociedad), se crió tocando ídolos y rezando a deidades para que le dieran éxito en la vida. Una novia católica y un episodio de celos le acercaron a Jesús.
"Nací en Qatar, y pasé mi infancia en Omán, en esos países me encontré con un ambiente muy indio. Mis padres eran muy devotos del hinduismo y yo era muy piadoso, iba al templo, rezaba, leía mitología hindú, leía cómics de una especie de dioses con superpoderes. Mi religión era orar para tener salud, riqueza, y éxito en mis estudios, solo se buscaba el éxito material", comenta en una entrevista reciente en el canal EWTN.
Su primera oración sincera
Su familia cambiaba mucho de país y Brandon sentía que tenía que estar siempre reinventándose. Deseaba ser el mejor en sus estudios, en los deportes... y su padre le decía que tenía que ser el mejor. "Todo eso se transformó en una espiritualidad bastante extraña, todas las oraciones iban sobre el éxito. Pero, cuando tenía 10 años, en el colegio había un compañero al que a su padre le había dado un infarto. Esa fue la primera vez que hice una oración sincera por alguien", relata Brandon.
No podía imaginarse quedarse sin padre, así que rezó mucho para que ese señor siguiera viviendo. "Pero murió, y algo se mató también en mí. Me pregunté qué efectos tenía la oración. En ese tiempo, mi madre, que era médico, desarrolló una esquizofrenia, y no recibió tratamiento en diez años. Vi su decadencia, como pasaba de una mujer divertida a una mujer distante. Hablaba sola, era catatónica... y la oración tampoco hizo nada para arreglarlo. En ese momento me convertí en ateo", explica.
Hasta bien entrada la adolescencia, Brandon no creía. Tocaba los ídolos por superstición pero nada más. La devoción que tenía de niño se había esfumado. "Comencé la escuela secundaria y nos mudamos a Dubai. Era el mejor estudiante, el capitán del equipo, estaba preparándome para ir a EE.UUU con una beca, quería dejar a mis padres atrás y no regresar. Pero me enamoré de una mujer católica, de la India portuguesa, de Goa", afirma.
"Teníamos una relación casi clandestina, porque éramos de diferentes culturas, nuestros padres no nos lo hubieran permitido, además estábamos en Oriente Medio, donde no se podía estar en un coche con alguien del sexo opuesto que no fuera pariente. Entonces, me di cuenta de que todo el éxito que buscaba no se podía comparar con encontrar a alguien que me dijera que me amaba. Empezó a no importarme la escuela, y muchos días de la semana me cogía el bus y me iba con la chica", comenta Brandon.
El retiro de la venganza
Faltaba a clases, suspendía... los profesores no sabían lo que le pasaba, pensaban que se drogaba, o algo así, y llamaban a sus padres. "Mi padre se ponía furioso, nos peleábamos mucho y la vida en casa se volvió muy caótica. Eso me hizo aferrarme más a esta chica. Ella, a su vez, también huía de su ambiente familiar, su padre era alcohólico. Cuando llevábamos un año, ella me dijo que había estado saliendo con otra persona los últimos tres meses. Era además un chico que yo le había presentado y que conocía desde hace años", relata.
"Te llamo para pedirte permiso para tenerlo a él como a mi novio y tú como mi mejor amigo, me dijo. No entendía nada, lo habría entendido si me hubiera dicho que me dejaba, pero no esto. Todo mi mundo se derrumbó. Le dije o él o yo, y llamé al chico para enfrentarme, y pensé en buscar una forma de meterlo en problemas. Así que me enteré de que los dos iban a ir a un retiro católico de jóvenes en Dubai, de Juventud 2000. Saber que pasarían juntos un fin de semana era algo insoportable para mí", añade.
Brandon estaba en una escuela privada pero suspendía todo. Su padre había pagado mucho por su educación y le angustiaba, porque su carrera se desmoronaba. "Dije, voy a ir a ese retiro a molestar. Y me decía que cómo podían hacer esa tontería religiosa después de lo que me habían hecho. Voy a ir a hacerlos sentir culpables, estaba furioso. Pero, mi padre me dijo que qué hacía. No podía decirle que iba a una iglesia, no tenia ningún sentido. Él se puso en la puerta para que no saliera y le di un puñetazo en la cara", afirma.
Brandon había acompañado a la chica al coro de la Iglesia alguna vez y por eso conocía a algunas personas. "Mi único acercamiento al cristianismo había sido cuando mi novia una vez me dijo que debíamos de comportarnos de forma más apropiada, y yo pensé que quién era ese Jesús para interponerse en nuestro camino, quería sacarla de todo eso", recuerda.
Brandon estuvo cantando en el coro intentando atraer a la gente a un Dios que desconocía. "Trataba de hacer que se sintieran mal mi ex novia, pero durante el retiro hubo momentos de tener que estar conmigo mismo, de adoración, Eucaristía, de pensar hacia dónde iba mi vida. Entonces volví a hacer una oración sincera. 'Vale, si toda esta gente dice que todo esto es real, si hay alguien ahí fuera, quiero una prueba', me dije. Había tocado fondo, y la respuesta a mi oración llegó de forma inesperada", comenta.
Brandon estuvo cantando en el coro intentando atraer a la gente a un Dios que desconocía.
Unos días después, en la procesión de Viernes Santo, en Dubai, Brandon se encontró con la chica, se acercó y no sabía qué decirle. "Le dije que si quería salir con ese chico, que estaba bien, que yo podía ser su mejor amigo, que ya no quería poseerla, que quería que fuera libre. No sabía lo que estaba diciendo, fue una experiencia extra corporal, no había tomado la decisión de decir eso. Era como si hubiera dejado toda la venganza y ya solo quisiera amar. Solo quería el bien para esa persona, no era resignación, era alegría", explica.
"Ella no esperaba eso de mí, porque yo era muy celoso y posesivo. Entonces me llamaba todos los días, porque yo ya era su mejor amigo, su confidente. Me contaba que iba al cine con el otro chico, y eso era muy incómodo para mí. Pero entonces vi cómo realmente ahora amaba a esa persona. Algo había cambiado. No sabía lo que pasaba, pero hubo un reconocimiento intuitivo de que esta situación era mejor", añade.
La situación en casa también cambió, Brandon dejó de echarle en cara a su madre que le había arruinado la vida, que solo era una persona inútil. "Todo eso se desvaneció, sentí como si hubiera muerto en ese retiro y hubiera vuelto a nacer otra persona. Hablando con la chica, me dijo que yo ya no era la misma persona y que si volvíamos a estar juntos. Mis amigos me decían que ahora podía vengarme de ella, pero no sentía eso, solo quería que ella fuera amada. Volvimos a estar juntos, pero ella ya no era mi dios", comenta.
Su vida seguía siendo un desastre, aunque le quedaba el coro. "En los ensayos encontré el Evangelio, y vi que Dios era un padre, no una fuerza impersonal. Era una idea muy extraña para mí, que fuera un padre que me amaba incondicionalmente. El concepto de amor incondicional era nuevo para mí, era un concepto que resonaba con mi propia experiencia con esa chica. Ahí se nombraba lo que yo había vivido. Y la prueba de ello era que este hombre en la cruz, traicionado por sus amigos, regresaba de los muertos y no le daba un puñetazo a Pedro en la cara", relata.
Aquella historia, un tiempo atrás, hubiera sido "una historia ridícula de hadas", pero, ahora, resonaba en su vida con una extraña habilidad. "Pensé en bautizarme, solo porque esta chica era cristiana y, si nos casábamos, tendría que estar bautizado. Fui al catequista y le dije que me quería bautizar, y me dijo que por qué, que quién era Jesús para mí, no me esperaba esa pregunta. Había estado un montón de tiempo en el coro, sabiendo el resto de la gente que era hindú, y nadie me había dicho nada, hasta ahora", explica.
Sentí una presencia conmigo
"No supe responder, y él me dijo que era una persona que estaba viva, que había tocado mi vida. Yo le dije que mi madre ya hablaba con personas invisibles, y que eso no era para mí. Entonces, me dijo que por qué no cogía una libreta y escribía una carta a un amigo. Fui a casa, compré una libreta y empecé a escribir cosas que no sabía que podía decir. Rompí la hoja, no podía soportar lo que había dentro de mí. Pero sentí que había una presencia allí, una presencia de paz, había alguien ahí conmigo escribiendo", comentó.
Brandon se asustó y volvió al catequista y le contó lo que había pasado, él empezó a charlar con él todas las semanas. "Desde que pasó lo de la chica hasta que me bauticé pasaron nueve meses. Todo había cambiado muy rápido. La relación con la chica, con mi familia. Vi que todos eran importantes para Él, y cambió mi forma de verlos. No les dije a mis padres que me había bautizado hasta pasado un año. Mi madre no sabemos cómo se lo tomó y mi padre pensó, bueno crees en dios y da igual lo que digas, eres hindú", explica.
"Empecé a tratar a mis padres con respeto pero como seres humanos, no como se hace en el hinduismo. Me fui a Canadá a estudiar y fue como si Dios me hubiera llevado a la tierra prometida. Me cambié el nombre al de Brandon, que evangelizó Canadá, y estuve con mi novia dos años más y luego nos distanciamos. Mi fe había crecido y me gustaba leer filosofía y llevar una vida donde pudiera hacerme grandes preguntas", añade.
Puedes ver aquí la charla completa con Brandon en EWTN.
Sin embargo, la relación con sus padres era complicada. Hasta que, estando de seminarista, descubrió al cardenal Newman. "Él habla de que la conversión no es rechazo de algo, sino que es la plenitud de lo que siempre has aspirado. Un día me llamó mi padre después de años y me dijo que estaban en el hospital y que tenía que volver. Recé para saber lo que debía hacer, y vi en el crucifijo a mis padres sufriendo", concluye Brandon.
Um santo domingo e um
bom início do Advento para si, que nos acompanha nesta manhã.
O tempo de preparação
para o Natal começa num momento em que se debate, no Dubai, o futuro da
humanidade. Num discurso que deve ser lido – apesar da forçada ausência
física – Francisco desafiou
a COP28 a ter um sentido de “urgência”, na defesa do ambiente, e renovou um
apelo com impacto ecológico, social e, sobretudo, humano: criar um fundo para
erradicar a fome, com o dinheiro que seria gasto em armamento.
Logo mais, Francisco
vai presidir à recitação do ângelus desde a Casa de Santa Marta, como
aconteceu no último domingo, “para não se expor a mudanças bruscas de
temperatura”. Mas as notícias
sobre o seu estado de saúde são animadoras.
O programa ECCLESIA
na Antena 1 (06h00) conversa
hoje com o padre Amaro Gonçalo sobre o significado do presépio, dando início
a um ciclo de reflexões, nos 800 anos da primeira recriação do nascimento de
Jesus, por iniciativa de São Francisco de Assis. E foi ao presépio que o
bispo do Funchal, D. Nuno Brás, dedicou a sua mensagem
de Advento.
Por cá, os últimos
dias levaram a equipa de reportagem da Ecclesia numa maratona, do Alto Minho
ao Nordeste Transmontano. Em Viana do Castelo, as Jornadas Diocesanas
apontaram à renovação
da Igreja e a uma dinâmica sinodal,
preocupações que vão estar no centro da emissão do Programa 70x7, às 17h30,
na RTP2.
Em Braga, o início do
Ano Pastoral lançou
um itinerário, que D. José Cordeiro define como “peregrinação” até 2033,
centrando atenções na Páscoa de Jesus. Já em Bragança, o novo ano
litúrgico-pastoral marcou o arranque de um percurso
de três anos, com o objetivo de não deixar nenhuma comunidade abandonada.
Emily fue violada en una fiesta. Quedó embarazada y le propusieron abortar: la elección que tomó dio la vuelta a varias vidas (Foto: Omar López / Unsplash).
El caso de Emily es la perfecta prueba de que la vida siempre es mejor que el aborto. Incluso aunque el embarazo sea fruto de una violación. Es mejor para la madre, para quienes pueden adoptar o hacerse cargo de la nueva vida… y para el mismo bebé.
Entrevistada por Live Action, Emily recuerda su vida como "la típica" de una joven universitaria. Disfrutaba de su nueva "libertad" y se buscaba un hueco y nuevos amigos en la universidad, saliendo de fiesta cada viernes por la noche.
Pero uno de ellos fue distinto. Durante meses no pudo recordar absolutamente nada, pero en su fuero interno sabía que algo horrible había sucedido.
Su memoria de aquel día terminó mientras tomaba una bebida. Lo siguiente que recuerda es despertarse a la mañana siguiente, magullada y sin saber cómo había llegado hasta su cuarto.
Solo después de meses, su compañera de habitación le planteó la posibilidad del embarazo. Emily lo descartó de inmediato. Pero finalmente accedió a hacerse la prueba. Positivo.
Su compañera podría haberle recomendado muchas opciones. Pero lo que hizo fue apoyarla y ponerla en contacto con Sabrina, que se convertiría en algo parecido a su "hada madrina": le prometió acompañarla en su embarazo, ayudarla con cualquier cosa que necesitase y la llevó a un centro próvida local para hacerse una ecografía. Estaba de 37 semanas. Solo entonces comenzó a atar cabos: el tiempo de embarazo coincidía con aquella fiesta.
"En el fondo siempre supe que algo terrible había sucedido esa noche. Pero nunca supe que se trataba de una agresión. Me habían drogado y violado", recuerda.
Quizá lo más fácil para ella habría sido el aborto, pues en su estado, Colorado, era legal aún a pesar de que su hijo pudiese nacer en cualquier momento. Emily escuchó con atención todas las "opciones". Y lo siguiente que hizo fue ponerle nombre y comenzar a planificar la adopción.
Katie y Joe fueron los elegidos, que pronto vieron como Xavier les cambiaba la vida.
"Tener un hijo adoptado me ha aportado un nivel de amor que no sabía que podía experimentar. Lo miro y digo: `Xavier, tu vida es un regalo para mí´", menciona su nuevo padre.
Para Katie, es incluso más que "un regalo". "Tu vida es un milagro", le dice.
Hoy, Katie y Joe no pueden imaginar una vida sin el pequeño Xavier.
"Sin lugar a dudas, cada historia de adopción nace del dolor. Obviamente, no es lo que todos desearían, siempre hay historias difíciles que surgen de la adopción. Pero puede surgir mucha belleza de ese dolor", comenta Katie.
Joe nunca dejará de estar agradecido a Emily por su decisión. "Si no hubiera elegido tenerlo, no tendríamos a Xavier. Emily es un regalo para nosotros", concluye.
O tema destas linhas
não recorda a Restauração, mas recomeços...
Este fim de semana é
o primeiro do Tempo de Advento, que em cada ano convida a recomeços. Um ritmo
assumido em muitas dioceses em tempos de reflexão e de apresentação de
programas para os meses que se seguem... É o caso de Viana
do Castelo, Braga e Bragança-Miranda, por onde anda a reportagem da
Agência ECCLESIA nestes dias!
Infelizmente, não há
certezas, nem sequer esperanças, de que a cimeira do clima, a COP28, seja uma
ocasião de recomeço no cuidado da casa comum. As metas estão mais do que
definidas, mas persistem os comportamentos e as opções políticas que vão
destruindo o planeta que habitamos. Uma problemática que vai ser apresentada
no Dubai pelo cardeal
secretário de Estado do Vaticano, em nome do Papa Francisco.
Frei Hermínio Araújo
e João Maria Carvalho dizem que, com o Papa Francisco, o debate em torno da
crise climática é feito com duas
palavras novas: "irmão" e "louvor". Vale a pena ouvi-los,
no programa Ecclesia, emitido esta sexta-feira.
Votos de um ótimo
sábado, no cuidado da nossa casa, a casa comum!
Na Capela
do Rato, espaço dileto da cidade de Lisboa, continuamos a assistir às Conversas
de Maria João Avillez: “E Deus em nós?”, …é o que me proponho perguntar a
algumas pessoas … ouvindo o seu testemunho de vida na cidade contemporânea”.
Na terceira
conversa esteve presente a música. Com Martim
Sousa Tavares, falou-se de música e de músicos, de orquestras, de democratizar a
música, de criatividade e da música ligada ao sagrado.
Quem é Martim Sousa Tavares? Sabemos que
tem 32 anos
e já um percurso rico e multifacetado: é um músico de grande talento, é maestro
– fundou e dirigiu a orquestra Di Maggio em Brescia, onde estudava.
Atualmente dirige duas orquestras, a do Algarve e a Orquestra sem
Fronteiras em Idanha-a-Nova, é compositor, escreve artigos sobre música e
pertence ao Conselho editorial da revista Brotéria.
Numa
conversa vertiginosa “assistimos” à atribulada formação da orquestra de
jovens alunos do conservatório em Brescia, à alegria, às esperanças, ao sucesso
dos seus concertos em Florença e em Colónia, mas, também, ao seu final: “quando
eu decidi ir para os Estados Unidos a orquestra não podia continuar … fizemos
um jantar de despedida e houve muitas lágrimas”. De volta a Portugal, forma a Orquestra
sem Fronteiras “se eu tivesse que fazê-la de novo já não seria capaz … nós
congregamos todos os jovens que estudam nos conservatórios, nas escolas
profissionais, no ensino superior do interior do país, mas também do lado
espanhol. A ideia é que eles perseverem que eles não desistam, estamos no
interior, queremos tocar no maior número de sítios possível, sobretudo naqueles
lugares onde uma orquestra nunca foi vista, nem imaginada, nós temos um
conceito que se chama orquestra de bolso que é uma orquestra mais
pequenina … porque tem que caber na Igreja Matriz, tem que caber na casa do
povo, no salão paroquial, numa IPSS, já tocamos em todos os sítios.”
A orquestra
do Algarve é um projeto diferente. Muito interessante é a presença quase
indispensável da música contemporânea nos seus programas “eu sinto-me
confortável nas periferias, eu posso fazer com aquela música muito mais do que
posso fazer com Mozart … é muito mais gratificante descobrir, não ter de
caminhar sobre caminhos já feitos,
outros já o fizeram muito melhor do que eu, a música que é feita hoje
tem o valor da descoberta ... interessa-me essa voz e acho que é necessário que
alguém a defenda porque senão música clássica vai-se transformar numa
vitrine de museu.” Finalmente surge a escrita, como?
Porquê a Revista
Brotéria? “estamos ali uma
quantidade de vozes novas que fazem sentido para a visão da Brotéria que
é mantida por um corpo de jesuítas mas também por pessoas que não estão ligadas
à religião, que trabalham na área da gestão cultural … a atitude das pessoas é
tão natural … e eu sinto o mesmo com a música clássica … que deve ser simples,
acessível, quotidiana, deve ser para todos e eu acho que me revi nessa forma de
estar … eu achava que fazia sentido haver um texto sobre música já que havia
textos sobre todas as artes, a minha proposta foi aceite … depois, pediram-me
outro texto e depois outro”. E vai haver mais escrita, “estou a escrever um
livro sobre aquilo que eu acho que é uma forma humanista de estar na vida
enriquecida por todas as artes, … são ensaios com um fio condutor que parte da
minha própria experiência … é sempre o meu ponto de observação sobre as coisas e
aquilo que eu fui descobrindo”.
Há,
certamente algomais em tantos projetos, várias abordagens,
enorme criatividade. “Que momentos foram decisivos … que lhe provaram que
estava no caminho que queria?” “Sinto que, se calhar, o mais importante foram
até os enganos ou os momentos em que eu senti que não estava no sítio certo …
aconteceu eu inscrever-me no curso errado … ciências da comunicação, eu
sentia-me a definhar ali dentro, com cadeiras fascinantes, mas que não me
levavam a lado nenhum … muitos anos mais tarde, já depois de duas licenciaturas
em música, nos Estados Unidos, tomei uma decisão também radical que foi
regressar a Portugal para em Idanha-a-Nova criar uma orquestra … decidi voltar
para fazer este projeto e a razão disso ter acontecido foi eu sentir que eu não
era um cavalo de corrida num meio altamente competitivo (em Chicago) em
que eu não era insubstituível a fazer aquilo que estava a fazer e isso provocou
me uma certa crise … comecei a fazer aquilo que em inglês se diz soul-searching,
pesquisar na minha alma, e cheguei à conclusão que em Idanha-a-Nova eu ia
ser insubstituível.
Portugal é
um país de enormes assimetrias e desigualdades de oportunidades … decidi criar
este projeto numa terrinha chamada Idanha- a- Nova … é uma cidade que está na rede para a música
das cidades criativas da UNESCO. Portanto, sentir, uma vez mais, que aquele
lugar nãoera meu acabou por me conduzir a uma certeza maior.
A conversa
está a chegar ao ponto crucial “e Deus em nós?” é o tema das Conversas:
“Você fez brilhar o que estudou, tem projetos educativos, leva a música onde
ela não está… essa intenção de agir assim resulta da responsabilidade que você
acha que tem pelos dons recebidos … há uma responsabilidade extra nisso, há uma
outra responsabilidade?”
“Eu faço muita coisa e sei que faço de forma
digna, mas também sei que não sou o melhor em nada daquilo que faço … eu sinto
que há uma quase predestinação de eu ter de cumprir certas coisas porque senão
não vem ninguém fazê-las ou vai demorar muito tempo até que alguém o faça …eu
sinto que há uma missão, não sei se foi uma mochila que eu pus às minhas costas
ou se ela apareceu sozinha … e sei que é tão importante aquilo que eu venho
fazer … sinto que trabalho muito mais do que gostaria, mas trabalho por um
sentido de responsabilidade … se calhar, com uma paternidade, um pessoa quando
tem um filho também não dorme as horas todas que quer, não tem a vida social
que queria, mas há um valor mais alto que se impõe que é criar aquela criança e
eu sinto isso.”
O ambiente
familiar, as memórias, a formação e sobretudo os sacramentos, que papel
tiveram? “Você é batizado, fez a
catequese na escola, fez a primeira comunhão, mas depois afastou-se … não teve
nenhuma prática religiosa…, mas, ainda se lembra quando a sua avó materna lhe
contava histórias da bíblia e que você se encantava. O que restou disso?”
“Eu acho
que não me afastei porque nunca estive verdadeiramente lá… eu fui batizado sem
ter pedido para ser batizado, fiz primeira comunhão, mas acabei por mais tarde
eu próprio me interessar … sobretudo o novo testamento, já li e reli …
interessa-me a bondade e a sabedoria onde quer que ela esteja e muita passa por
aqui, não tenho a parte confessional e da fé.”
“Mas sendo
músico, convivendo com o sublime, com o deslumbramento que é a música…que nome
dá a essa a essa noção de transcendência?” “O inefável! … a música…são
sons que não têm um significado verbal, embora haja uma sintaxe das ideias …
esta característica inefável que a música tem é o facto de não a conseguimos
descrever com palavras, se conseguíssemos descrever não era música, era prazer
era qualquer outra coisa. A música é uma porta aberta para a emoção em estado
puro.” Pode-se aí encontrar Deus? “sim, também se pode encontrar Deus …, mas,
para mim, o mistério é quando sentimos essa mão de Deus, essa beleza
inexplicável que não pode ter vindo de um ser humano finito, mortal e, no
entanto, por vezes essa música é produzida por pessoas que sabemos que eram
crápulas, pessoas detestáveis, execráveis.” Sim, é verdadeiramente um mistérioassustador, mas talvez seja justamente por aí que o Martim chegue
à busca do divino: “eu estou à espera do meu incidente na estrada para
Damasco porque as portas estão abertas, eu tenho contacto regular, íntimo,
próximo, solitário, profundo com belezas sem fim, portanto inexplicáveis, estou
em contacto com esse absurdo da beleza, mas, lá está, nunca caí do cavalo
até hoje. No dia em que cair, cá estarei para abrir os olhos e olhar
diretamente para a luz, mas ainda não aconteceu …não vêm de um lugar de
recusa!” Que assombro!
E como
conclusão as palavras encorajadoras do Pe. António Martins o Capelão: “Martim
… desejo-lhe uma feliz queda do cavalo ... atrevo-me a dizer, isto é
hermenêutica minha, que está mais perto da queda do que o próprio São Paulo.
Ele ia com o coração cheio de ódio e de agressividade, pronto a matar, creio
que não será o seu caso!” E ouviu-se uma enorme ovação do público, na Capela Do
Rato.
No dia 3 de
Novembro foi lançada em Lisboa uma reedição da obra “Repensar Portugal”, do
padre jesuíta, Manuel Antunes, meu
saudoso professor de Cultura Clássica, tal como de muitas gerações que passaram
pelos vários cursos de Letras na Universidade de Lisboa.
A primeira
edição, publicada em 1979, reúne os textos que o autor escreveu para a
revista Brotéria, após o 25 de Abril de 1974. Porém, quase meio século volvido,
o pensamento do Pe. Manuel Antunes continua a ser de extrema atualidade,pelo que pode ser considerada um “manual de mesa-de-cabeceira para políticos”.
Louvando
o gesto revolucionário, o professor também alerta para os seus perigos e
denuncia os aproveitamentos desviantes do ideal mais puro que a revolução
anunciava não deixando de apontar para novas formas e ameaças de antigos e
novos totalitarismos, de censura e inquisição.
No texto
intitulado “Que democracia para Portugal”, afirma que “o passado não pode
voltar e o presente não deve continuar”. Nesse artigo, aponta para os problemas
do país na sua época. As assimetrias e os dualismos de fundo, “dos salários
reais, demasiado altos uns, demasiado baixos os outros”.
“É o
descrédito – terrivelmente perigoso – de uma classe política, pouco preparada,
que rapidamente ascendeu e, não menos rapidamente está a declinar a olhos
vistos, devido à incompetência, ao oportunismo, ao demagogismo e à excessiva
partidarização dos seus quadros. É o desencanto ante o muito que se prometeu,
no concernente à saúde, à educação, aos transportes, às assimetrias regionais,
à habitação, ao nível e estilo de vida, à justiça social para todos, o muito
que se prometeu e o muito pouco que se realizou em todos esses domínios”.
Descortinou
e previu os perigos que ameaçam a consolidação e a durabilidade da democracia:
a corrupção, o individualismo, o partidarismo ou egoísmo partidário, a ânsia do
poder, do ter, relativizando qualquer desvio ético ou moral que, eventualmente,
pudesse vir a pairar e a denegrir uma aparente presença de serenidade,
segurança e confiança.
“A democracia é
necessária traduzi-la, pelo esforço de todos – mas sobretudo daqueles a quem
assiste maior responsabilidade política, social, económica e cultural – a
democracia é necessário traduzi-la nos factos e nas instituições que objetivem
e encarnem a Verdade, a Justiça, a Fraternidade e a Liberdade”.
Uma
revolução política tem de conter no seu cerne honestidade, dignidade, decência,
numa palavra ser essencialmente uma “Revolução Moral”, em ordem a promover
solidamente a “interiorização da democracia”, do seu sucesso ao longo do tempo
em prol dos cidadãos.
Não pode
conter no seu seio comportamentos políticos pautados pelo infantilismo e pelo
primarismo, que geralmente descambam em decisões prejudiciais para o bem do
povo.
Para o autor do
livro Repensar Portugal é
imperioso “interiorizar os valores da democracia” para elevar o comportamento
moral da Nação, no interior do ser humano, no contexto social e no mundo.
Estado e
sociedade civil, pessoas e comunidades, todos são chamados à ideia de
“mudança”, como ato de consequências duráveis e não apenas promessa populista…
Na política, na economia, na sociedade e na cultura, o humanista aponta para a
sabedoria das medidas graduais e, sobretudo, para o sentido da responsabilidade
e da justiça.
Este
livro foi, e continua a ser, uma obra profética. Repensar, denunciar, organizar
e animar Portugal é um desafio muito útil e oportuno que o Professor Manuel
Antunes nos oferece para acalentar o que designa como um “Projeto-esperança
para Portugal”.
Projeto
de um país em progresso adiado, que deve ser repensado e reatualizado hoje,
aqui e agora, pois Portugal não é um projeto acabado, mas um país em
permanente necessidade de (re) construção, em direção a um futuro que se
deseja mais brilhante, mais luminoso e mais exemplar.
“Deus quer, o homem sonha, a
Democracia nasce, mas Senhor, falta cumprir-se “Renascer Portugal”!
«Porque hizo maravillas», la bella y sorprendente autobiografía de la hermana Luccette
"El dolor de hombros me duró varios días. En aquel momento estaba convencida de haber tenido un encuentro con el demonio, que había cobrado forma", se relata en el libro.
El ambiente y la educación de la pequeña Luccette, una niña francesa criada en la difícil frontera marroquí, iban encaminados a hacerla un producto perfecto del ateísmo marxista y anticatólico. Sin embargo, Dios tenía otros planes mucho más grandes para ella.
Un día, los padres de Lucette huyeron de Francia y, como comunistas convencidos, juraron que "nadie hablaría de Dios a su hija, ni influiría en el desarrollo de su mente con supersticiones opresivas". Pero, Dios se fue metiendo como el agua por una grieta.
"Al darme cuenta del tesoro que acababa de caer en mis manos, y del modo tan espléndido en que quedaba descrita la asombrosa obra divina, intenté convencer a la madre Verónica Namoyo (Luccette) de que se debía publicar", comienza diciendo en el prólogo su hermana de comunidad, sor Mary Francis, sobre este testimonio de conversión interesantísimo que se acaba de publicar en Ediciones Rialp.
Luccette era todavía una niña cuando contemplando una puesta de sol, tras una violenta tormenta de arena, sintió la cercanía de Dios, que la impulsó a orar. Ese será el primer eslabón de una conversión que la llevará a abrazar la fe y, más tarde, a hacerse monja clarisa en Argel. Repudiada por sus padres, y ya como Madre Verónica Namoyo, sería abadesa y fundadora de dos florecientes monasterios en África.
El obispo y una mala decisión
La autobiografía de Luccette comienza relatando los orígenes de su familia y del por qué su abuelo rechazó abiertamente la fe. "Se abatió como un rayo una 'ordenanza' dictada por el obispo de Quimper que obligaba a los padres cristianos a llevar a sus hijos a escuelas católicas bajo pena de excomunión. Los padres con hijos en escuelas públicas (las únicas donde no había que pagar) no podrían recibir ningún sacramento", cuenta el libro.
Un hecho tan fuerte para la familia, que el abuelo materno se negó a sacar a su hija Anne (la madre de Luccette) de la escuela pública en la que estaba. A la par, por el otro lado de la familia de Luccette, su padre, se había convertido en "un socialista, pacifista y ateo convencido". Así se fue formando un hogar asentado en la total ausencia de Dios y bajo el paraguas de los principios marxistas.
Y, entonces, nació Luccette, y un "complot" familiar se puso en marcha: había que bautizar a la pequeña cuanto antes. La abuela materna -que seguía creyendo en Dios, a pesar del incidente con el obispo-, se estaba muriendo de cáncer, así que convenció a su marido-arrepentido ya del episodio del colegio- para que la niña recibiera los santos óleos. De esa manera, la hija de padres comunistas iba a ser bautizada. Cuando estos se enteraron, enfadados, pusieron tierra de por medio y se marcharon a vivir al norte de África.
La niñez de Luccette, sin embargo, transcurría por unos cauces no especialmente placenteros para sus padres, la falta de afecto que sentía en casa le hacía ser bastante contestataria y a menudo se metía en demasiados líos. Aunque, por otra parte, eso la mantenía despierta a todo tipo de estímulos, incluidos también los de tipo religioso.
"De pronto, desde la loma en la que estaba sentada, vi arder el cielo por encima de mí y, de alguna manera, todo cuanto me rodeaba. Quizá la luz del crepúsculo se reflejase en los miles de partículas de arena polvorienta que seguían flotando en el aire. Era como una inmensa llamarada plumosa totalmente escarlata que cruzaba de un polo al otro, con toques de color carmesí y, en uno de los extremos, de un púrpura oscuro".
"Aquel resplandor cegador y melodioso, con su infinita belleza, me cautivó. Y, al mismo tiempo, con un grito de asombro de mi corazón, supe que toda aquella belleza había sido creada, supe de Dios. Esa era una palabra que mis padres me habían ocultado. No tenía con qué nombrarlo: Dios, Dieu, Alá o Yavé, como lo llaman los labios humanos. Pero mi corazón supo que todo procedía de Él y solo de Él, y que era de tal modo que podía dirigirme a Él y relacionarme con Él a través de la oración. E hice mi primer acto de adoración", añade.
"Todo esto puede parecer teatral. De hecho, lo fue. Han pasado sesenta años y sigo llevándolo dentro. Ni una sola vez he sido capaz de descartar esta experiencia, por muchas dudas intelectuales que haya podido tener", reconoce la autora en el libro. La infancia de Luccette era como el juego del gato y el ratón, entre Dios y ella. Se encontraba con Su presencia, la reconocía... pero nadie antes se lo había presentado.
"Aquel hombre de la cruz"
"No era más que un catálogo de unos almacenes de París, me encantó la variedad de fotos pequeñitas de ropa, frascos de perfume, sombreros, lámparas, muebles, relojes... Y allí, en la esquina derecha de una de las páginas, vi tres cruces distintas, pero todas con un hombrecito encima, y debajo unos cuantos números. Jamás había visto un crucifijo: tan solo una cruz -que carecía de significado para mí- en lo alto de un edificio llamado 'iglesia' donde se reunía 'la gente supersticiosa'", comenta Luccette en el libro.
Un campamento de verano sería clave en su camino de fe, allí, "su profeta jesuita" le entregó la estampita del que sería su nuevo padre: San Francisco de Asís.
"Y de pronto, mientras miraba en silencio aquellas fotos tan raras, lo supe: al hombre de la cruz lo habían matado, y había muerto por todos los hombres, mujeres y niños. Había muerto por mí. Era un hombre, pero era también el Hijo de Dios a quien yo ya adoraba como Creador, como una presencia de amor universal. Era Dios. No fue algo que formulara con una frase como estoy haciendo ahora, pero sí lo percibí todo de golpe y tomó forma con toda claridad en mi mente incluso con palabras", añade.
La pequeña Luccette arrancó la foto de aquella revista y la guardó como un auténtico tesoro. "Aquel era mi premio, mi tesoro, ¡mi icono secreto! Nadie lo debía encontrar. Por suerte, el papel era bastante grueso; aún así, un buen día acabaría destrozado de tanto sacarlo de su escondite con mis dedos llenos de amor para que lo contemplaran mis ojos maravillados", relata la monja clarisa.
Luccette, durante un tiempo, debido a su comportamiento, viviría con su abuela en Francia. Allí, en una habitación, había colgada una cruz, así que siempre que podía se escapaba a visitarla. "Antes de dejar Brest, hice otra visita prohibida al crucifijo yo sola. Lo observé de cerca. Había algo escrito: INRI. 'Inri..., Inri...', repetí. ¿Se llamaría así? Probé a dirigirme a Él por ese nombre, pero no me sonaba bien, aunque lo usé algunas veces antes de saber, pasados dos años, que se llamaba Jesús", confiesa.
La niña volvió a África con su familia. El tiempo pasaba y se iba haciendo mayor, aunque seguía sacando malas notas en el colegio y no tenía muchas ilusiones vitales por las que pelear. Un día viviría una experiencia realmente aterradora. Así como se encontraba con Jesús crucificado en lugares insospechados, esta vez se toparía con el mayor enemigo de "aquel hombre", el demonio.
"Era una noche apacible y cálida, y antes de acostarme abrí la ventana para respirar un poco de aire fresco. Las estrellas brillaban mucho, como era habitual en aquella época del año. De repente, fue como si empezaran a crecer, a moverse y a unirse unas con otras, componiendo un telón de fondo de luz plateada sobre el que se dibujó una silueta negra semejante a una inmensa ave de presa. Un instante después la criatura se había posado sobre mí. Estaba aterrada y era incapaz de moverme".
"El monstruo me agarró por los hombros, hundiendo en mí sus garras afiladas. Me quedé espantada, incapaz de moverme. Estaba empezando a alzarme por el aire cuando clamé a Dios sin palabras. Entonces noté cómo un peso enorme me clavaba al suelo. Luego me quedé sola, con el cuerpo y el alma zarandeados. El dolor de hombros me duró varios días. En aquel momento estaba convencida de haber tenido un encuentro con el demonio, que había cobrado forma", relata.
Puede ver aquí un homenaje a la hermana Verónica Namoyo.
Luccette fue entrando en la juventud, comenzó sus estudios universitarios de Filosofía, leyó a Bergson, quien "la liberó de la superficialidad del materialismo" -ella perteneció incluso al Partido Comunista-, y conoció también a una amiga católica, cuyas oraciones, la llevarían, en parte, a una conversión profunda. Un campamento de verano de la Juventud Estudiante Católica sería clave en su camino de fe, allí, "su profeta jesuita", le entregaría la estampita del que sería su nuevo padre: San Francisco de Asís. El libro cuenta detalladamente este periodo de conversión.
Verónica Namoyo Le Goulard (1922-2013) ingresó en el Monasterio de Clarisas Pobres de Argel a los veintidós años y acabó siendo su abadesa, antes de abandonarlo para fundar otro en Lilongüe (Malaui). Después de un brillante período de varios años como abadesa en Malaui, la madre Verónica Namoyo regresó a Francia con la gozosa esperanza de acabar sus días terrenales llevando una vida contemplativa perfectamente oculta. Pero, muy pronto, Roma volvió a enviarla a África, esta vez para refundar una comunidad de Lusaka (Zambia).
Tras muchos años como abadesa, insistió en que el gobierno de la abadía le fuera confiado a una nativa africana. Al tomar el hábito de clarisa pobre, Luccette adoptó el nombre de "Verónica", al que un arzobispo africano tuvo el acierto de añadir otro tan definitorio como el de "Namoyo", "dadora de vida": un apelativo más que adecuado para la mujer que lo llevaba. El testimonio de esta mujer es un canto al poder de Dios para transformar una vida.
«O louvor como ato
público. O canto da terra ecoa pela rua, ao amanhecer. Uns rezam, outros
escutam, interpelados pelo grito da irmã mãe terra e pelo cântico dos irmãos,
um manifesto de esperança. Somos chamados ativamente a marcar de forma
pública esta urgência. Fazem falta madrugadas”. João Maria Carvalho
João Maria Carvalho
entoou desde a vigília na noite de 24 de novembro, até ontem, a cada manhã, o
cântico das Criaturas, de São Francisco de Assis, na igreja de Santa Isabel,
em Lisboa, assinalando assim o início da COP28, no Dubai.
” A vigília de 24 de
novembro, com o lema ‘Salvar o Planeta Defender a Vida’, prolongou-se até ao
início da COP. Encontramo-nos todas as manhãs, para começarmos o dia juntos a
louvar a criação”, refere uma nota enviada à Agência ECCLESIA pela comunidade
‘Cuidar da Casa Comum’, em Santa Isabel.
Os membros desta
comunidade organizaram,
há uma semana, com o apoio da associação R3C – Rede Cuidar da Casa Comum, uma
vigília de reflexão e ação para “chamar a atenção dos responsáveis políticos
para que tenham a coragem de intervir na próxima Conferência dos Estados
Partes na Convenção-Quadro das Nações Unidas sobre as Alterações Climáticas,
pensando “mais no bem comum e no futuro dos seus filhos”, tornando aquele
momento numa partilha ecuménica e interreligiosa – humana!
Francisco Ferreira,
presidente da ‘ZERO – Associação Sistema Terrestre Sustentável’, considerou
que a COP28, no Dubai, acontece num momento decisivo, recordando que se viveu
um “verão na Europa, e à escala mundial, de recordes de temperatura”.
“Todos devemos estar
descontentes, aquilo que se tem sido feito é muito pouco em relação aquilo
que é necessário. Precisávamos de estar numa trajetória, à escala mundial, em
que a temperatura não aumentasse mais do que 1,5 graus celsius, em relação à
era pré-industrial, e as Nações Unidas fizeram as contas e estamos numa
trajetória de 3 graus até ao final do século”, alertou o ambientalista.
Deixo ainda a notícia
do encontro do Papa Francisco com uma delegação da Jornada Mundial da
Juventude (JMJ) Lisboa 2023, a quem agradeceu
pelo esforços que permitiram fazer deste encontro “um núcleo de evangelização
forte, de alegria e de expressão juvenil”.
O Papa prestou
homenagem ao trabalho de muitas pessoas e agradeceu particularmente ao
presidente da Fundação JMJ Lisboa 2023, D. Américo Aguiar, um “cardeal
especial, um pouco «enfant terrible», mas muito bom”.
“Recordo tanta gente
simples, tanta. Também me lembro dos pastéis, são muito bons”, afirmou.
A audiência contou
com a presença de centenas de pessoas, entre voluntários, parceiros
empresariais e responsáveis da Igreja e das entidades públicas envolvidas na
organização da JMJ 2023, que quiseram ir dizer "obrigado"
ao Papa.
E convido-o a escutar
a conversa com João Damião: um jovem que aceitou na JMJ Lisboa 2023, na
Via-Sacra, partilhar a sua história. Nesta conversa
há espaço para a beleza dos encontros, para a arte da escuta, para a
simplicidade da diversidade que convoca à mudança! Um trajeto a não perder
também no podcast «Alarga
a tua tenda»