Pide "Rezar por nuestros pastores, para que no cerremos la puerta a la gente que quiere entrar”
Dios "no es un montón de prescripciones". "Así no se puede hacer Doctrina ni enseñar Teología"
Jesús Bastante, 19 de octubre de 2017 a las 17:58
Francisco bautiza niños en la Capilla Sixtina |
(Jesús Bastante).- Párrocos que no bautizan a los hijos de madres solteras. Curas que sí lo hacen, pero obligan al padre a no entrar en el templo. "Esto sucede hoy. Los fariseos, los Doctores de la Ley, no son cosas de aquellos tiempos". El Papa criticó con dureza a los pastores que cierran la puerta, escandalizan al pueblo de Dios", cayendo "en la corrupción", durante su misa matutina en Santa Marta.
"También hoy hay tantas de éstas. Por esto es necesario rezar por nuestros pastores. Rezar, para que no perdamos la clave del conocimiento y no cerremos la puerta a nosotros y a la gente que quiere entrar", clamó Bergoglio en su homilía.
El Papa recordó dos ejemplos de dicha corrupción: una, hace tiempo, en Buenos Aires. La otra, "hace tres meses", muy cerca de Roma. "En mi país escuché muchas veces de párrocos que no bautizaban a los hijos de las madres solteras, porque no habían nacido dentro del matrimonio canónico. Cerraban la puerta, escandalizaban al pueblo de Dios, ¿por qué? Porque el corazón de estos párrocos habían perdido la clave del conocimiento. Sin ir tan lejos en el tiempo y en el espacio, hace tres meses, en un país, en una ciudad, una mamá quería bautizar al hijo recién nacido, pero ella estaba casada civilmente con un divorciado. El párroco dijo: ‘Sí, sí. Bautizo al niño, pero tu marido está divorciado. Que se quede afuera, no puede estar presente en la ceremonia'".
Todas estas actitudes, denunció Bergoglio, denotan la importancia de la "responsabilidad" de los pastores, y la necesidad de recordar la "gratuidad" de la salvación, la importancia de ser personas que "ayudan a abrir la puerta", a uno mismo y a los demás.
La liturgia hablaba de las discusiones entre escribas y fariseos, y de la actitud de Jesús ante ellos, demostrándoles que sólo Dios es justo. "Hay que entender el corazón de Dios, comprender la salvación de Dios. Si no, hay un grave olvido. Se olvida la gratuidad de la salvación; se olvida la cercanía de Dios y se olvida la misericordia de Dios. Y los que olvidan la gratuidad de la salvación, la cercanía de Dios y la misericordia de Dios, se han llevado la clave del conocimiento".
Y de este modo, cuando "la gratuidad es olvidada", algunos anuncian "un montón de prescripciones que, de hecho, se convierten en la salvación". La ley "es siempre una respuesta al amor gratuito de Dios", que tomó "la iniciativa" de salvarnos. Y "cuando se olvida la gratuidad de la salvación, se cae, se pierde la clave de la inteligencia de la historia de la salvación", perdiendo "el sentido de la cercanía de Dios".
"Para ellos Dios es el que hizo la Ley. Y éste no es el Dios de la revelación. El Dios de la revelación es Dios, que ha comenzado a caminar con nosotros desde Abraham hasta Jesucristo, el Dios que camina con su pueblo. Y cuando se pierde esta relación cercana con el Señor, se cae en esta mentalidad obtusa que cree en la autosuficiencia de la salvación con el complimiento de la Ley. La cercanía de Dios".
En efecto, cuando falta la cercanía de Dios, cuando falta la oración - evidenció el Papa - "no se puede enseñar la Doctrina" y ni siquiera "hacer teología", y menos aún "teología moral". Francisco reafirmó que la teología "se hace de rodillas, siempre cerca de Dios". Y dijo que la cercanía del Señor llega "al punto más alto en Jesucristo crucificado", habiendo sido nosotros "justificados" por la sangre de Cristo, como dice San Pablo.
Por esta razón - explicó el Pontífice - con las obras de misericordia se va a tocar la carne de Cristo, "tocar a Cristo que sufre en una persona, tanto corporal como espiritualmente". Y además, advirtió que cuando se pierde la clave del conocimiento, se llega también "a la corrupción".
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