La joven de 24 años acumula 10 millones de seguidores en TikTok
Danny nació y creció en una familia católica, pero en la adolescencia se alejó de la fe.
Danny Alfaro es una joven mejicana creadora de contenido de belleza y estilo de vida. Con casi 10 millones de seguidores en TikTok, y 7 millones en Instagram, ha protagonizado también vídeos de grupos de música en español.
En sus videos, suele maquillarse mientras habla con sus seguidores de diversos temas y, hace poco, compartió cómo, después de años de búsqueda espiritual y crecimiento profesional, sintió un llamado para volver a la Iglesia Católica. Desde la fe cuenta su historia.
Hablaba con Él
"Get ready with me (prepárate conmigo) para ir a Misa después de 10 años", dice la joven de 24 años al comenzar su vídeo de TikTok, donde explica qué la alejó y por qué decidió volver. "Nunca creí que les iba a hacer un ‘get ready with me’ para hablarles de religión, de Dios… pero estoy abriéndoles mi corazón".
Danny nació y creció en una familia católica, pero en la adolescencia se alejó tras escuchar a un sacerdote afirmar que quien daba más dinero en el diezmo tenía más fe e insinuar que eso influía para "entrar más rápido al cielo".
"Me decepcioné demasiado… pensé: esto es una farsa. Y dije que no volvería a ir a Misa", comentó. Sin embargo, nunca cortó su vínculo con Dios: por las noches seguía hablando con Él, dándole gracias y reflexionando.
"Hablar con Dios me hace sentir en paz, feliz, llena. Me ayuda a hallarle un propósito más allá a la vida", dijo. El 2024 fue un punto de inflexión. Danny decidió mudarse a la Ciudad de México, donde comenzaron a llegarle oportunidades profesionales: campañas con marcas importantes, viajes y proyectos.
"He sido muy bendecida… pero a finales de este año empezó a nacer la necesidad de ir a la Iglesia", contó Alfaro. "Surgió un día como un sentimiento como de… creo que estoy lista para regresar a la Iglesia".
Ese deseo crecía, pero ella no daba el paso final, se aferraba a su promesa de adolescente de nunca volver. Pero todo cambió con la muerte de su abuelo materno, a quien consideraba su "segundo papá".
"Me afectó demasiado. Me hizo replantarme totalmente mi vida, (especialmente) el cómo le estaba dando mucho peso a las cosas materiales", compartió.
Al volver a Ciudad de México, tras el funeral, tomó una decisión clara: volvería a la Iglesia, particularmente, a Misa. Después de una década lejos, Danny pisó nuevamente una iglesia. Ahí encontró algo inesperado.
"Me sentí tan bien, tan apapachada (abrazada). Fui por mí. Sentí paz… sentí que conectaba con mi abuelo", dijo.
Desde ese día, comenzó a redescubrir su fe, lo que la ha ayudado a llenar un vacío que sentía. Compró una Biblia y decidió hablar con mayor apertura sobre su espiritualidad.
"Me he sentido más sola de lo normal, pero yo sé que es parte del proceso y solo queda confiar en las manos de Dios y en que todo va a mejorar", concluye.

