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sábado, 10 de novembro de 2018

La policía china secuestra de nuevo al obispo Shao Zhumin para días de interrogatorios y reeducación




El obispo Pedro Shao Zhumin es apreciado tanto
por la comunidad católica clandestina como
por los «oficiales» reconocidos por
el gobierno comunista.
La policía china secuestró este viernes por la mañana al obispo de Wenzhou (Zhejiang), Pedro Shao Zhumin, y lo mantendrá alejado de su diócesis durante 10 o 15 días.
Según informa el padre Bernardo Cervellera en Asia News, se trata de un periodo de interrogatorios y adoctrinamiento (reeducación), por lo que los fieles de la diócesis han pedido que se rece por él.
Monseñor Shao tiene 55 años y pertenece a la comunidad no-oficial, que no está reconocida por el gobierno, pero sí tienen el reconocimiento de la Santa Sede como obispo de Wenzhou. En los dos últimos años, fue arrestado por la policía en a menos cinco ocasiones. La última vez fue en mayo de 2017, y lo liberaron 7 meses después.   
El gobierno comunista pretende que se someta a la política religiosa de Pekín, que exige el registro administrativo y la pertenencia a la cismática Asociación Patriótica. Pero dicha pertenencia implica la adhesión al proyecto de una Iglesia “independiente” de la Santa Sede, que el obispo, como todos los católicos clandestinos, rechaza por “inconciliable con la doctrina católica”, según afirmó Benedicto XVI en la carta a la Iglesia china de 27 de mayo de 2007.
Pese a su carácter de obispo “subterráneo”, monseñor Shao es muy apreciado también por la comunidad oficial. La comunidad católica de Wenzhou suma cerca de 130.000 fieles, de los cuales más de 80.000 pertenecen a la comunidad no-oficial; los sacerdotes son 70, y se dividen entre ambas ramas, en números iguales.  Durante décadas, la Iglesia de Wenzhou estuvo fuertemente dividida. Pero ahora las dos comunidades se mueven unidas.
En la Iglesia unida de Wenzhou, los sacerdotes también sufren restricciones y controles. Durante la octava de los difuntos, a los sacerdotes oficiales se le prohibió visitar las tumbas de algunos sacerdotes y obispos subterráneos que eran muy estimados por todos los fieles.
En las iglesias oficiales y no-oficiales, los domingos, la policía prohíbe a los menores de 18 años la entrada a la iglesia y vigila que no haya encuentros de catecismo dominical.
Tras el acuerdo entre China y el Vaticano para el nombramiento de obispos, la Asociación Patriótica incrementó los controles y la persecución  contra las comunidades subterráneas y reafirmó en los encuentros con el clero oficial que la Iglesia china sigue siendo “independiente”, a pesar del acuerdo. 

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