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segunda-feira, 19 de março de 2018

“No olvidaré”: el Papa Francisco evoca su peregrinación tras los pasos del santo Padre Pio

Palabras del Papa Francisco después del Ángelus

Ángelus 18/03/2018, Captura @ Vatican Media
Ángelus 18/03/2018, Captura @ Vatican Media
(ZENIT – 18 marzo 2018).- El Papa Francisco “no olvidará” su visita tras los pasos del Santo Padre Pío (1887-1968) con motivo del 50 aniversario de su muerte y el 100 aniversario de la recepción en su cuerpo de los estigmas de la pasión de Cristo .
Después del Ángelus de este domingo 18 de marzo en la Plaza de San Pedro, el Papa recordó su visita de ayer, sábado 17 de marzo: visitó la ciudad natal del Santo de Pietrelcina , donde el santo Capuchino italiano recibió los estigmas, y la ciudad donde vivió y donde descansa, San Giovanni Rotondo. Visitó la celda de Pío, se recogió en el lugar donde reposa el cuerpo del santo y le entregó su estola roja. Él lo considera un “apóstol del confesionario” y de la “misericordia”.
“Agradezco a aquellos que prepararon esta visita que realmente no olvidaré. Que el Padre Pío os bendiga a todos “, dijo el Papa después del Ángelus.
Esta es nuestra traducción, rápida, de trabajo, de las palabras pronunciadas por el Papa Francisco en italiano.
AB
Palabras del Papa Francisco después del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas:
Os saludo a todos cordialmente, los que estáis aquí presentes, fieles de Roma y de numerosas partes del mundo.
Saludo a los peregrinos de Eslovaquia y los de Madrid; a los grupos parroquiales venidos de Sant’Agnello, Pescara, Chieti y Cheremule; los jóvenes de la diócesis de Brescia (¡son ruidosos!) y los del decanato “Romana-Vittoria” de Milán.
Saludo a la Unión Folclórica Italiana, al grupo de familias de Rubiera y a los Confirmandos de Novi de Módena.
Ayer visité Pietrelcina y San Giovanni Rotondo. Saludo con afecto y doy las gracias a las comunidades de las diócesis de Benevento y Manfredonia, a los obispos – Mon. Castoro y Mon. Accrocca – a los consagrados, a los fieles, las autoridades; os doy gracias por la calurosa acogida y os llevo a todos en mi corazón, pero especialmente a los enfermos de la Casa Alivio del Sufrimiento, ancianos y jóvenes. Agradezco a aquellos que prepararon esta visita que realmente no olvidaré. Que el Padre Pío os bendiga a todos.
Os deseo a todos un buen domingo. Por favor, no os olvides de rezar por mí. Buen almuerzo y adiós!
© Traducción ZENIT, Raquel Anillo
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