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quinta-feira, 30 de novembro de 2017

Beato Charles de Foucauld, 1 de diciembre

Misionero del Sahara

Beato Charles de Foucauld
Beato Charles De Foucauld
«Apóstol de los tuaregs, este Hermano universal de origen aristocrático, que se convirtió siendo adulto, se dejó literalmente la vida en su misión. A él se debe la proliferación de numerosas fundaciones asentadas en su espiritualidad»
Este «misionero del Sahara», apóstol de los tuaregs, nació en Strassbourg, Francia, el 15 de septiembre de 1858. Su origen aristocrático –fue vizconde de Foucauld– inicialmente no le otorgó a su carácter la distinción que cabría esperar en alguien de su alcurnia. Él y su hermana María perdieron a sus padres. Charles tenía 6 años. Creció junto a ella bajo la tutela de su abuelo, encaminándose a la vida militar. Antes había estudiado con los jesuitas, pero en los tres años que estuvo con ellos no parece que sus enseñanzas hicieran mella en su espíritu. Desde sus 16 años vivía alejado de la fe. Como el hijo pródigo, dilapidó la copiosa herencia que le legaron tiñendo su existencia con las sombras de ese ambiente licencioso al que se asomó.
Fue en 1878 cuando se integró en el ejército y dos años más tarde convertido en oficial prestó sus primeros servicios en Sétif, Argelia. Dios no existía entonces para él. Otros intereses mundanos llamaban su atención y al año siguiente su mala conducta supuso su expulsión. A partir de ese momento tuvo una vida ajetreada. Se convirtió en explorador, aunque a la par sondeaba, inquiría íntimamente una respuesta espiritual que, todavía difusa, le inquietaba.
Participó en la revuelta de Bon Mama en Orán del Sur, estudio árabe y hebreo, y en 1883 inició una expedición a Marruecos por la que fue condecorado con la medalla de oro de la Sociedad Geográfica; recorrió Argelia y Túnez. Fue un viaje que preparó su espíritu para ser fecundado por la gracia divina ya que al ver cómo vivían su fe los musulmanes, brotó de su interior esta ardiente súplica: «Dios mío, si existes, haz que te conozca». Esta sinceridad y apertura fueron suficientes para que penetrase la luz divina en su corazón a raudales. En octubre de 1886 cuando se hallaba en París preparando el texto sobre su viaje por Marruecos, inició su itinerario espiritual llevado de la mano del padre Huvelin. Obedeciendo sus indicaciones, se confesó, pese a declararse no creyente, y se sintió totalmente renovado: «Tan pronto como creí que había un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosa sino vivir para El; mi vocación religiosa es del mismo momento que mi fe: Dios es tan grande».
Durante siete años la Trapa fue su hogar. Primeramente pasó uno en la casa de Nuestra Señora de las Nieves, en Francia, y de allí, a petición suya vivió otros seis en la que tenían en Akbés, Siria. Impactado por la experiencia, pero sin terminar de encajar allí totalmente, regresó a Roma para cursar estudios por indicación de sus superiores, pero en 1896 abandonó la comunidad trapense y peregrinó a Tierra Santa. Allí permaneció un tiempo asistiendo a las hermanas clarisas en Nazareth. Fue otro momento importante para su vida espiritual que recorrió impregnándose de la pobreza que hallaba encerrada en estos matices: «No tenemos una pobreza convencional, sino la pobreza de los pobres. La pobreza que, en la vida escondida, no vive de dones ni de limosnas ni de rentas, sino sólo del trabajo manual».
Después de una profunda experiencia casi eremítica, saboreando la riqueza de la contemplación, regresó a Francia donde prosiguió los estudios que en 1901 culminaron con su ordenación sacerdotal en Viviers. Tenía 43 años y una idea apostólica tan clara que no dudó en materializarla: la evangelización de Marruecos. Al no poder residir en el país, como hubiera sido su deseo, se afincó lo más cerca posible, en Beni-Abbés, Argelia. Ya tenía clavada esta convicción: «Haré el bien en la medida en que sea santo». El espíritu de sacrificio, la pobreza, el desvelo por los enfermos y los más necesitados se había convertido en el objetivo prioritario de su vida que había encendido con sus largas horas de adoración ante la Eucaristía: «La Eucaristía es Dios con nosotros, es Dios en nosotros, es Dios que se da perennemente a nosotros, para amar, adorar, abrazar y poseer». Sabía por experiencia y así lo expresó que «cuanto más se ama, mejor se ora».
Emulando a los mercedarios, liberó esclavos en 1902, y entre 1904 y 1905 se estableció en Tamanrasset junto al pueblo tuaregs del Hoggar argelino. Parecía como si tuviese la impresión de que debía apurar el tiempo. Tabajó con denuedo en una formidable labor de inculturación, primeramente traduciendo al tuareg los evangelios, labor que continuó a la inversa, traduciendo al francés poesía tuareg. Es autor de un diccionario bilingüe francés-tuareg y tuareg-francés, de una gramática y de varias obras sobre esta tribu nómada. Este era su anhelo: «Yo quisiera ser lo bastante bueno para que ellos digan: ‘Si tal es el servidor, ¿como entonces será el Maestro…’?».
En 1909 puso en marcha la Unión de Hermanos y Hermanas del Sagrado Corazón con el objetivo de llevar la fe a África. En los once años que convivió con los tuaregs se hizo uno con ellos sin escatimar esfuerzos, con el gozo de saber que de ese modo cumplía fielmente la misión a la que se sintió llamado por Cristo. Amó al pueblo hasta el fin, y allí entregó su vida. El 1 de diciembre de 1916 una bala de fusil en medio de una emboscada bereber acabó con este gran apóstol que fue beatificado por Benedicto XVI el 13 de noviembre de 2005.
El influjo de su espiritualidad se halla en diversas instituciones: los Hermanitos y las Hermanitas de Jesús, las Hermanitas y los Hermanitos del Evangelio, las Hermanitas de Nazaret, las Hermanitas del Sagrado Corazón, la Fraternidad Jesús Caritas, y la Fraternidad Charles de Foucauld.
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Homilía a los jóvenes: “¡Sed valientes, generosos y alegres!”

Misa con los jóvenes de Myanmar

Misa con los jóvenes de Myanmar en la Catedral de Sta María, en Yangon © Cindy Wooden (Twitter)
Misa Con Los Jóvenes De Myanmar En La Catedral De Sta María, En Yangon © Cindy Wooden (Twitter)
(ZENIT – 30 Nov. 2017).- “¡Sed valientes, sed generosos y, sobre todo, sed alegres!” ha exhortado el Papa Francisco a los jóvenes de Myanmar. “No tengáis miedo de hacer lío, de plantear preguntas que hagan pensar a la gente”.
El Papa Francisco ha celebrado la Santa Misa con los jóvenes de Myanmar en la Catedral de Santa María, en Yangon, a las 10:15 horas (4:45 h. en Roma).
El Pontífice ha citado a San Pablo para ofrecer “algunas ideas” que guíen a estos jóvenes “en el camino de fe” y ayudarles “a discernir qué es lo que el Señor” les está pidiendo.
Para la primera pregunta de San Pablo, «¿Cómo puede alguien creer en el Señor sin haber oído hablar de él?», el Papa les ha animado “hablar con Él en la oración”, y a que dejen que los santos les “guíen hacia Jesús” y les “enseñen a poner sus vidas en sus manos”.
El Santo Padre les ha formulado otra pregunta de San Pablo: «¿Cómo van a oír hablar de Jesús sin un mensajero que lo anuncie?»: Ser «discípulos misioneros» –les ha invitado Francisco– mensajeros de la buena noticia de Jesús, sobre todo para vuestros compañeros y amigos. “No tengáis miedo de hacer lío, de plantear preguntas que hagan pensar a la gente”.
«¿Cómo puede haber un mensajero sin que sea enviado?» es la última pregunta de San Pablo que el Papa ha planteado a los jóvenes: “Eso es lo que significa ser enviado: seguir a Cristo, y no lanzarnos por delante con nuestras propias fuerzas” les ha contestado.
RD
A continuación sigue el texto completo de la homilía del Papa Francisco: 
Homilía del Santo Padre
A punto de concluir mi visita a vuestro hermoso país, me uno a vuestra acción de gracias a Dios por tantos dones que nos ha concedido en estos días. Mirándoos a vosotros, jóvenes de Myanmar, y a todos los que desde otros lugares se unen a nosotros, quisiera compartir con vosotros una frase de la primera lectura de hoy que resuena en mi interior. Está tomada del profeta Isaías, y san Pablo la repitió en su carta a la joven comunidad cristiana de Roma. Escuchemos una vez más esas palabras: «¡Qué hermosos los pies de los que anuncian la Buena Noticia del bien!» (Rm 10,15; cf. Is 52,7).
Queridos jóvenes de Myanmar, después de haber escuchado vuestras voces y haberos oído cantar hoy, os aplico a vosotros esas palabras. Sí, son hermosos vuestros pasos; vuestra presencia es hermosa y alentadora, porque nos traéis «buenas noticias», la buena nueva de vuestra juventud, de vuestra fe y de vuestro entusiasmo. Así es, vosotros sois una buena noticia, porque sois signos concretos de la fe de la Iglesia en Jesucristo, que nos hace experimentar un gozo y una esperanza que nunca morirán.
Algunos se preguntan cómo es posible hablar de buenas noticias cuando tantas personas a nuestro alrededor están sufriendo. ¿Dónde están las buenas noticias cuando hay tanta injusticia, pobreza y miseria que proyectan su sombra sobre nosotros y nuestro mundo? Quiero que de aquí salga un mensaje muy claro. Quiero que la gente sepa que vosotros, muchachos y muchachas de Myanmar, no tenéis miedo a creer en la buena noticia de la misericordia de Dios, porque esta tiene un nombre y un rostro: Jesucristo. Como mensajeros de esta buena nueva, estáis listos para llevar una palabra de esperanza a la Iglesia, a vuestro país y al mundo en general. Estáis dispuestos a llevar la Buena Noticia a vuestros hermanos y hermanas que sufren y que necesitan vuestras oraciones y vuestra solidaridad, pero también vuestra pasión por los derechos humanos, por la justicia y porque crezcan el amor y la paz que Jesús nos da.
Quiero también plantearos un desafío. ¿Escuchasteis con atención la primera lectura? Allí, san Pablo repite tres veces la palabra «sin». Es una palabra sencilla, pero que nos hace pensar sobre nuestro papel en el proyecto de Dios. En efecto, Pablo propone tres preguntas que yo quiero dirigir a cada uno de vosotros personalmente. La primera, ¿cómo puede alguien creer en el Señor sin haber oído hablar de él? La segunda, ¿cómo puede alguien oír hablar del Señor sin un mensajero que lo anuncie? Y la tercera, ¿cómo puede haber un mensajero sin ser enviado? (cf. Rm 10,14-15).
Me gustaría que todos vosotros pensarais profundamente en estas preguntas. ¡Pero no tengáis miedo! Como buen «padre» (¡aunque mejor sería decir «abuelo»!), no quiero dejaros solos ante estas preguntas. Permitidme que os ofrezca algunas ideas que puedan guiaros en el camino de fe y ayudaros a discernir qué es lo que el Señor os está pidiendo.
La primera pregunta de san Pablo es: «¿Cómo puede alguien creer en el Señor sin haber oído hablar de él?». Nuestro mundo está lleno de ruidos y distracciones, que pueden apagar la voz de Dios. Para que otros se sientan llamados a escucharlo y a creer en él, necesitan descubrirlo en personas que sean auténticas. Personas que sepan escuchar. Seguro que vosotros queréis ser genuinos. Pero sólo el Señor os puede ayudar a serlo. Por eso hablad con él en la oración. Aprended a escuchar su voz, hablándole con calma desde lo más profundo de vuestro corazón.
Pero hablad también con los santos, nuestros amigos del cielo que nos sirven de ejemplo. Como san Andrés, cuya fiesta celebramos hoy. Andrés fue un sencillo pescador que acabó siendo un gran mártir, un testigo del amor de Jesús. Pero antes de llegar a ser mártir, cometió sus errores, tuvo que ser paciente y aprender gradualmente a ser un verdadero discípulo de Cristo. Así que no tengáis miedo de aprender de vuestros propios errores. Dejad que los santos os guíen hacia Jesús y os enseñen a poner vuestras vidas en sus manos. Sabed que Jesús está lleno de misericordia. Por lo tanto, compartid con él todo lo que lleváis en vuestros corazones: vuestros miedos y preocupaciones, así como vuestros sueños y esperanzas. Cultivad la vida interior, como cuidaríais un jardín o un campo. Esto lleva tiempo; requiere paciencia. Pero al igual que un agricultor sabe esperar que lo cultivado crezca, así también a vosotros, si sabéis esperar, el Señor os hará dar mucho fruto, un fruto que luego podréis compartir con los demás.
La segunda pregunta de Pablo es: «¿Cómo van a oír hablar de Jesús sin un mensajero que lo anuncie?». Esta es una gran tarea encomendada de manera especial a los jóvenes: ser «discípulos misioneros», mensajeros de la buena noticia de Jesús, sobre todo para vuestros compañeros y amigos. No tengáis miedo de hacer lío, de plantear preguntas que hagan pensar a la gente. Y no os preocupéis si a veces sentís que sois pocos y dispersos. El Evangelio siempre crece a partir de pequeñas raíces. Por eso haceos oír. Os pido que gritéis, pero no con vuestras voces, no, quiero que gritéis, para ser con vuestra vida, con vuestros corazones, signos de esperanza para los que están desanimados, una mano tendida para el enfermo, una sonrisa acogedora para el extranjero, un apoyo solícito para el que está solo.
La última pregunta de Pablo es: «¿Cómo puede haber un mensajero sin que sea enviado?». Al final de esta Misa, todos seremos enviados, para llevar con nosotros los dones que hemos recibido y compartirlos con los demás. Esto puede provocar un poco de desánimo, ya que no siempre sabemos a dónde nos puede enviar Jesús. Pero él nunca nos manda sin caminar al mismo tiempo a nuestro lado, y siempre un poquito por delante de nosotros, para llevarnos a nuevas y maravillosas partes de su reino.
¿Cómo envía nuestro Señor a san Andrés y a su hermano Simón Pedro en el Evangelio de hoy? «¡Seguidme!», les dice (Mt 4,19). Eso es lo que significa ser enviado: seguir a Cristo, y no lanzarnos por delante con nuestras propias fuerzas. El Señor invitará a algunos de vosotros a seguirlo como sacerdotes, y de esta forma convertirse en «pescadores de hombres». A otros los llamará a la vida religiosa, a otros a la vida matrimonial, a ser padres y madres amorosos. Cualquiera que sea vuestra vocación, os exhorto: ¡sed valientes, sed generosos y, sobre todo, sed alegres!
Aquí, en esta hermosa Catedral dedicada a la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, os animo a que miréis a María. Cuando ella respondió «sí» al mensaje del ángel, era joven, como vosotros. Sin embargo, tuvo el valor de confiar en la «buena noticia» que había escuchado, y de traducirla en una vida de consagración fiel a su vocación, de entrega total de sí y completa confianza en los cuidados amorosos de Dios. Que siguiendo el ejemplo de María, llevéis a Jesús y su amor a los demás con sencillez y valentía.
Queridos jóvenes, con gran afecto os encomiendo a vosotros y a vuestras familias a su maternal intercesión. Y os pido, por favor, que os acordéis de rezar por mí.
Dios bendiga a Myanmar [Myanmar pyi ko Payarthakin Kaung gi pei pa sei]
© Librería Editorial Vaticano
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Jóvenes de Myanmar: “Os pido que gritéis con vuestros corazones”

El Papa exhorta a los jóvenes a que “hagan lío”


(ZENIT – 30 Nov. 2017). “Os pido que gritéis, pero no con vuestras voces, no, quiero que gritéis, para ser con vuestra vida, con vuestros corazones, signos de esperanza para los que están desanimados, una mano tendida para el enfermo, una sonrisa acogedora para el extranjero, un apoyo solícito para el que está solo”, ha exhortado el Papa Francisco a los jóvenes.
El Pontífice argentino ha dedicado sus últimas horas en Myanmar a los jóvenes, en este cuarto día del 21º viaje apostólico que realiza.
El Santo Padre ha celebrado la Misa con los jóvenes de la República de la Unión de Myanmar, en la Catedral de Santa María, dedicada a la Inmaculada Concepción de la Virgen, en la ciudad de Yangon, antigua capital del país. (Leer homilía)
Antes de entrar en la Catedral, el Papa ha saludado a los jóvenes y fieles reunidos en los alrededores por el papamóvil, y las 10:15 hora local ha comenzado la Celebración Eucarística, en la fiesta litúrgica de San Andrés.
Han participado en la Misa miles de jóvenes –según la radio española COPE– llegados de todas partes del país.
Regalo al Cardenal Bo
Al término de la celebración con los jóvenes, el Cardenal salesiano Charles Bo, Arzobispo de Yangon, ha dirigido unas palabras al Papa Francisco, y este, a su vez, ha entregado un regalo al arzobispo birmano.
Se trata de una figura de San Francisco en bronce, representando el momento en que el santo se estiraba hacia el cielo mientras recitaba la “Predicción de Aves”. La escultura fue hecha en 2013 por una fusión de bronce.

Al observar esta obra, tan fuertemente impregnada de una visión positiva de la naturaleza como creación divina, es fácil percibir las intenciones del artista: exaltar no solo a ese hermano de Asís que quería “casarse con la pobreza” para acercarse lo más posible a Dios, pero también, y sobre todo, ese profundo sentido de hermandad entre el hombre y toda la creación, que es un caso tan querido por el Santo Padre Papa Francisco, explica la Oficina de Prensa del Vaticano.
Después de este encuentro, el Santo Padre se trasladará al Aeropuerto Internacional de Yangon, desde donde viajará a Dhaka, capital de Bangladesh 1.083 km, 2h 25’, BIMAN B737).
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Bangladesh: Bienvenida al Papa con flores, bailes y color

Cuarto día del 21º viaje apostólico del Papa Francisco

El Papa es recibido en Bangladesh con todos los honores © L'Osservatore Romano
El Papa Es Recibido En Bangladesh Con Todos Los Honores © L'Osservatore Romano
(ZENIT – 30 Nov. 2017).- El Papa Francisco ya se encuentra en tierra bengalí, en Dhaka, capital de Bangladesh, convirtiéndose en el segundo pontífice que visita el país, el primero fue San Juan Pablo II en 1986.
El vuelo a bordo del Papa Francisco ha aterrizado en el Aeropuerto Internacional de Dhaka, capital de Bangladés, a las 15 horas (10 h. en Roma).
A su llegada, el Papa ha sido recibido por el Presidente de la República de Bangladesh, Abdul Hamid.
En el momento de la bienvenida, dos niños vestidos con trajes típicos del país han regalado al Papa unas flores y un tarro de tierra, que el Santo Padre ha bendecido.

Estaban presentes algunas autoridades políticas y civiles de Bangladesh, un grupo de fieles y 40 niños que han bailado una danza tradicional.
Como es costumbre en los viajes apostólicos del Pontífice, han brindado los honores militares y han tocado los himnos, y se han presentado a las Delegaciones respectivas.
Al término del encuentro, el Santo Padre Francisco ha sido despedido con bailes tradicionales, y se ha dirigido al Monumento a los Mártires Nacionales de Savar.
*Fotografía: Cindy Wooden (Twitter)
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Bangladesh: “Testimonio de reconciliación y unión muy necesario”

Llamamiento internacional del Papa por los ‘rohingyas’

Encuentro con las autoridades civiles, religiosas y diplomáticas de Bangladesh © L'Osservatore Romano
Encuentro Con Las Autoridades Civiles, Religiosas Y Diplomáticas De Bangladesh © L'Osservatore Romano
(ZENIT – 30 Nov. 2017).- “En los últimos meses, el espíritu de generosidad y solidaridad que caracteriza a la sociedad bangladesí se ha manifestado claramente en su ímpetu humanitario por los refugiados en masa del estado de Rakhine” (conocidos como los ‘rohingyas’, término censurado por el gobierno de Myanmar), ha manifestado el Papa Francisco.
El Papa Francisco se ha encontrado con Abdul Hamid, Presidente de la República de Bangladesh, a las 18 hora local (13 h. en Roma) en el palacio presidencial y ha ofrecido un discurso a las Autoridades políticas y religiosas, los miembros del Cuerpo Diplomático y representantes de la Sociedad Civil, también ante el Cardenal Patrick D’Rozario, Arzobispo de Dhaka, y los obispos y sacerdotes, después de la intervención del presidente Hamid.
Francisco valora la acogida que Bangladesh ha brindado a los refugiados, “proporcionándoles refugio temporal y las necesidades primarias de la vida. Esto fue hecho con no poco sacrificio. Y lo hizo a los ojos del mundo”, ha expresado.
“Ninguno de nosotros puede pasar por alto la gravedad de la situación, el inmenso coste del sufrimiento humano y las condiciones de vida precarias de tantos de nuestros hermanos y hermanas, la mayoría de los cuales son mujeres y niños que están encerrados en campos de refugiados”, ha planteado el Papa Francisco.
El Santo Padre ha hecho, una vez más, un llamamiento a la comunidad internacional: “Es necesario que la comunidad internacional tome medidas efectivas contra esta grave crisis, no solo trabajando para resolver los problemas políticos que han llevado al desplazamiento masivo de personas, sino también proporcionando asistencia material inmediata a Bangladesh en su esfuerzo por responder de manera efectiva a las necesidades urgentes humano”.
El Papa se encontrará mañana, viernes 1 de diciembre de 2017, con los ‘rohingyas’, un grupo étnico musulmán que el gobierno de Yangon –liderado políticamente por la Premio Nobel Aung San Suu Kyi– no reconoce como ciudadanos. Ya son más de 607.000 los refugiados rohingyas que han llegado a Bangladesh buscando un lugar seguro, informa ACNUR.
Comunidad católica de Bangladesh
No obstante, el Papa ha aclarado que su visita “se dirige principalmente a la comunidad católica de Bangladesh” y ha explicado que “un momento privilegiado será mi reunión mañana en Ramna con líderes ecuménicos e interreligiosos”, donde “Juntos rezaremos por la paz y reafirmamos nuestro compromiso de trabajar por la paz”, ha señalado.
El Papa ha recordado el “brutal” atentado terrorista que devastó a Dhaka el año pasado y ha manifestado que valora la “reacción común de indignación” ante el ataque y el “claro mensaje enviado por las autoridades religiosas de la nación”, en el que afirmaban que “no se puede invocar el más santo nombre de Dios para justificar el odio y la violencia contra otros seres humanos”.
Esta misma última frase, que hace referencia al nombre de Dios, la ha retomado el Santo Padre para publicar un mensaje en Twitter, desde su cuenta oficial: @pontifex(@pontifex_es en español).
Testimonio de reconciliación
“En un mundo donde la religión es a menudo -escandalosamente- poco utilizada para fomentar la división, este testimonio de su fuerza de reconciliación y unión es muy necesario”, ha expresado el Papa al presidente Hamid, a quien ha agradecido su “amable invitación al país” y sus “cordiales palabras de bienvenida”.
“En el mundo de hoy –ha dicho Francisco– ninguna comunidad, nación o estado puede sobrevivir y progresar aisladamente. Como miembros de la única familia humana, nos necesitamos unos a otros y dependemos unos de otros. El presidente Sheikh Mujibur Rahman entendió y trató de incorporar este principio en la constitución nacional”.
© Traducción de Zenit, Rosa Die Alcolea
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Bangladesh: Unión al Papa en apoyo a las comunidades vulnerables

Discurso del Presidente Abdul Hamid al Papa

El Papa dialoga con el Presidente Abdul Hamid © L'Osservatore Romano
El Papa Dialoga Con El Presidente Abdul Hamid © L'Osservatore Romano
(ZENIT – 30 Nov. 2017).- “Nos unimos a usted en su llamado a todos los líderes mundiales para que apoyen a las comunidades más vulnerables a los efectos adversos de un clima cambiante y se unan para preservar nuestro precioso mundo”, ha dicho el Presidente Abdul Hamid al Papa Francisco.
El Presidente de la República de Bangladesh ha expresado unas palabras de reconocimiento y gratitud por su visita al Santo Padre Francisco, antes del discurso del Papa a las autoridades políticas y religiosas del país en el palacio presidencial.
“La posición muy loable de Su Santidad ha tomado en favor de los angustiados ‘Rohingyas’ y su voz apasionada contra tal brutalidad, da esperanza para la resolución de la crisis” –ha agradecido Abdul Hamid–. “Su cercanía con ellos, su llamada a ayudarlos y garantizar sus plenos derechos le otorga a la comunidad internacional la responsabilidad moral de actuar con prontitud y sinceridad”.
“Sabemos que ninguna religión es inmune a formas de ilusión individual o extremismo ideológico” –ha asegurado el Presidente Hamid–. “Nuestro gobierno está siguiendo una política de “tolerancia cero”, que incluye la erradicación de las causas del terrorismo y el extremismo violento. Denunciamos el terrorismo y el extremismo violento, en todas sus formas y manifestaciones”.
Tolerancia y armonía
“Su visita a Bangladesh es un reconocimiento de la historia de tolerancia y armonía religiosa y de la tradición ancestral de la coexistencia pacífica de personas de diferentes religiones en Bangladesh”, ha dicho el Presidente Abdul Hamid al Papa Francisco.
“En nuestra tierra apreciamos la libertad religiosa”, y en este sentido “nos unimos a usted, Su Santidad”, ha manifestado el Presidente al Santo Padre. Un país de armonía “religiosa, paz y de humanidad”, ha dicho el Presidente bangladesí, y ha destacado que la Constitución defiende la libertad religiosa y la libertad de expresión.
Asimismo, el presidente Hamid ha agradecido al Papa el nombramiento de Patrick d Rozario como Cardenal Arzobispo de Dakha, y ha recordado la apertura de la Embajada del Vaticano en Bangladesh en el año 1973.
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Bangladesh: Reunión con el Presidente e intercambio de regalos

El Papa desea al país “los dones de la paz y la alegría”

El Papa regala al presidente una carta geográfica de Tolomeo © L'Osservatore Romano
El Papa Regala Al Presidente Una Carta Geográfica De Tolomeo © L'Osservatore Romano
(ZENIT – 30 Nov. 2017).- “Que el Todopoderoso bendiga a todas las personas amadas de Bangladesh con los dones de la paz y la alegría”, ha escrito el Papa Francisco en el Libro de honor al final de la visita de cortesía al presidente de Bangladesh, Abdul Hamid, en el palacio presidencial.
El Santo Padre se ha reunido con Abdul Hamid, presidente de Bangladesh, a las pocas horas de su llegada al país, a las 17:30 hora local (12:30 hora di Roma), en el palacio presidencial de Dhaka, previamente al encuentro con las autoridades civiles, diplomáticas y religiosas del país.
A su llegada al palacio presidencial, Francisco ha sido recibido a su llegada por el Secretario Militar que lo ha acompañado a la entrada de honor donde lo esperaba el Presidente Hamid. En la “Sala de credenciales” se ha desarrollado el encuentro privado, concluido con la presentación de los familiares del presidente y el intercambio de regalos.
Al final, el Papa y el Presidente se han trasladado al salón donde ha tenido lugar el encuentro con las autoridades civiles, diplomáticas y religiosas del país bangladesí.
Regalo al Presidente Hamid
El Papa ha regalado al presidente Hamid la reproducción de la Carta Geográfica de Tolomeo. Se trata del códice Urb. Lat. 277 de la Biblioteca Apostólica Vaticana, de donde proviene esta doble página, es un manuscrito grande de membranas (597 x 427 mm), fechado en 1472 de la misma copia.
Contiene los ocho libros de Geografía de Claudio Tolomeo (siglo II dC) en la traducción latina elaborada por Iacopo Angeli por Scarperia a principios del siglo XV, ejemplificada para la colección de libros de Federico da Montefeltro, Duque de Urbino.
Las páginas reproducidas (119r-120v) contienen la ‘Descriptio undecimae tabulae’, dedicada a Asia, una denominación en la que se incluyó toda la región de ‘Gangem et Sinas’, con la representación pictórica y la ubicación exacta de las principales ciudades.
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Vídeo mensaje: “La Encíclica ‘Laudato si’’ es un llamado a todos y cada uno”

Con motivo del Simposio “El Cuidado de la Casa Común”

Vídeo mensaje del Papa. Captura de pantalla CTV
Vídeo Mensaje Del Papa. Captura De Pantalla CTV
(ZENIT – 30 Nov. 2017).- “Se necesita la solidaridad y el compromiso de todos. La Encíclica ‘Laudato si’’ es un llamado a todos y cada uno”, ha dicho el Papa Francisco.
El Santo Padre ha enviado un vídeo mensaje a los participantes en el Simposio Internacional “El Cuidado de la Casa Común, una conversión necesaria a la Ecología Humana”, que se celebra del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 2017 en San José, Costa Rica, organizado por la Universidad Católica de Costa Rica junto con la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI.
“Se necesita la colaboración de todos, a fin de recoger el mensaje de la ‘Laudato si’’ y traducirlo en la vida concreta, por el bien y el futuro de la familia humana”, ha aclarado Francisco.
El Papa ha expresado su “deseo de todo corazón” para que este Simposio dé un fuerte impulso para la colaboración de las Universidades Católicas – en particular en América Latina y en el Caribe –”para el estudio de los problemas, del desarrollo de la situación y de las soluciones posibles; y también para sugerir propuestas concretas”, manifiesta en el vídeo.
Publicamos a continuación el mensaje en vídeo que el Santo Padre Francisco he enviado a los participantes.
Mensaje del Papa Francisco
Saludo a todos ustedes que participan en este Simposio organizado por la Universidad Católica de Costa Rica con la colaboración de la Fundación Ratzinger. Agradezco al Presidente de la República por el apoyo dado a esta iniciativa, que promueve una causa que está llevo en mi corazón.
Con la Encíclica ‘Laudato si’’ he reclamado la atención de la humanidad y de la Iglesia sobre las preguntas más urgentes relacionadas con el cuidado de nuestra casa común y con el presente y el futuro de los pueblos que la habitan. Los problemas de la destrucción del ambiente natural son cada vez más graves y las consecuencias sobre la vida de las personas resultan dramáticas.
Para afrontarlas se necesita tener una visión amplia de las causas, de la naturaleza de la crisis y de sus diversos aspectos. No, nos es lícito delante de esta problemática mundial ninguna actitud negacionista. Es imprescindible la colaboración de científicos, sociólogos, economistas y políticos, como también de educadores y formadores de las conciencias. Porque sin una verdadera conversión de nuestras actitudes y de nuestros comportamientos cotidianos, las soluciones técnicas no alcanzarán a salvar nuestra casa común.
Como bien había dicho el Papa Benedicto XVI, se necesita una “ecología humana”, que ponga al centro el desarrollo integral de la persona y haga un llamado a su responsabilidad por el bien común, por el respeto y la buena administración de las creaturas que Dios nos ha confiado.
Deseo de todo corazón que este Simposio dé un fuerte impulso para la colaboración de las Universidades Católicas – en particular en América Latina y en el Caribe – para el estudio de los problemas, del desarrollo de la situación y de las soluciones posibles; y también para sugerir propuestas concretas, a fin de suscitar una mayor responsabilidad en el cuidado de la casa común, no solo en las personas individuales sino también en las comunidades políticas, sociales, eclesiales y finalmente en las familias.
Se necesita la solidaridad y el compromiso de todos. La Encíclica ‘Laudato si’’ es un llamado a todos y cada uno. Se necesita la colaboración de todos, a fin de recoger el mensaje de la ‘Laudato si’’ y traducirlo en la vida concreta, por el bien y el futuro de la familia humana.
Gracias por vuestro trabajo. Que Dios los bendiga.
© Librería Editorial Vaticano

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Myanmar: La visita del Papa Francisco, un “milagro”, una “bendición”, una “curación”, un “baño de esperanza”

Alocución del Card. Charles Bo

Catedral de Rangún (Myanmar) captura SkyNet DTH
Catedral De Rangún (Myanmar)
(ZENIT – 1 dic. 2017).- La visita del Papa Francisco en Birmania (República de la Unión de Myanmar) es un “milagro”, una “bendición”, una “curación”, un “baño de esperanza” que va a ayudar a los jóvenes a ser una “armada de paz”, espera el Card. Bo.
El Papa Francisco ha llegado en coche del arzobispado de Rangún a la catedral Saint Mary para la misa con los jóvenes, este jueves por la mañana, 30 de noviembre de 2017, el cuarto y último día de su estancia en el país, con ocasión de la primera visita de un Papa; una visita “histórica”. El Papa ha recorrido la plaza de la Catedral en “Papamóvil” para saludar a la multitud, a las 10h15 (4h45 en Roma).
La traducción oficial de la homilía que el Papa ha pronunciado en italiano, con traducción consecutiva en birmano se encuentra aquí. Los jóvenes han acompañado la misa con sus cantos, y sus instrumentos: flauta, guitarra, teclado, violón…Pastores de comunidades de Asia han participado en la misa, entre ellos el cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay (India), y presidente de la Federación de las Conferencias de los obispos de Asia, miembro del “C9”.
El cardenal Bo, salesiano de Don Bosco, ha pronunciado algunas palabras de agradecimiento al final de la misa, remarcando que estos cuatro días habían sido “duros” para el Papa Francisco, y que aún le esperaba todavía tres días más de duro trabajo . En efecto, con casi 81 años, el Papa ha tenido al menos 11 encuentros, más las dos ceremonias en el aeropuerto, con el general y las religiones, con las autoridades, el presidente, la ministra de asuntos exteriores, la misa con las comunidades venidas de países vecinos, los budistas, los seminaristas, los obispos, los jesuitas y los jóvenes.
El Papa ha salido hacia el aeropuerto. Su avión despegaba para la capital de Bangladesh, Dacca, a las 12h45 (8h15) para aterrizar a las 15h (11h de Roma).
Esta es nuestra traducción rápida, de trabajo, de las palabras del cardenal Bo, pronunciadas en birmano, y comunicadas en inglés por el Vaticano. Han sido saludadas con los aplausos de los jóvenes.
Alocución del card. Bo
La santa peregrinación de Amor y de Paz se acaba hoy.
No termina. Nuestro querido Santo Padre ha confiado a los jóvenes un trabajo de amor y de paz.
Estos tres días en Myanmar han sido muy fuertes. Pero la vista de los jóvenes da energía al Santo Padre por todo el mundo.
Se siente uno con la juventud del mundo. Su alegría aumenta en compañía de los jóvenes.
El Santo Padre tiene hoy confianza en que los desafíos del país y de la iglesia puedan ser afrontadas con confianza por los jóvenes.
Hoy la comunidad coloreada de juventud es una gran esperanza no solo para la Iglesia sino para este país. Que todos vosotros os convirtáis en una brigada de paz, una armada de paz.
Esta misa es la cima del gran viaje de nuestro Santo Padre.
El papel de la Iglesia es generar esperanza. Nuestro Santo Padre es un apóstol de la esperanza. Durante estos tres días, Myanmar ha tenido la gracia de ser bañada en la Esperanza cristiana. Su presencia ha sido un toque sanador para esta nación.
Cuando termina su visita apostólica, y en nombre de toda la Iglesia de Myanmar, quiero dar gracias al Señor  de este milagro de nuestro Santo Padre en medio de nosotros.
Cuando fuiste elegido, Santo Padre, dijo que los Padres habían elegido al nuevo Papa de un país lejano. En tanto que Papa, ha elegido bendecir las comunidades católicas más lejanas.
Estamos profundamente conmovidos por vuestro amor paternal para esta Iglesia. Es un momento bendecido para nosotros. Le aseguramos con nuestras oraciones cuando comience un nuevo trabajo difícil de tres días.
¡Qué la historia de esta nación sea bendecida hoy porque ha bendecido esta tierra con su visita¡
© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo
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Newsletter CMG Dezembro/2017




Líderes islámicos entregarán al Papa una fatua firmada por 100.000 imanes contra el extremismo

30 noviembre 2017


Allamma Majharul Islam ha alabado el papel del
Papa en su búsqueda por la paz
y el entendimiento
Tras su estancia en Myanmar, país de mayoría budista, el Papa ya afronta la segunda parte de su visita que le ha llevado a Bangladés, un país de 160 millones de de habitantes, con una mayoría abrumadora de musulmanes y con una pequeña minoría hindú. En este caso, los católicos son unos 600.000, pero siendo una iglesia muy dinámica y con muchas vocaciones.


Uno de los actos en los que participará Francisco será con más de 500 clérigos musulmanes. Entre ellos estará Allamma Majharul Islam, gran guardián de la mezquita Amber Shah Jami en Daca. En dicho encuentro, este líder islámico ha avanzado que entregarán al Papa un documento que pretende luchar contra el extremismo, una fatua firmada por más de 100.000 imanés contrarios al yihadismo. Con este gesto pretenden sumarse al Pontífice en su lucha por la paz y la convivencia. De cara a este encuentro Asia News ha querido entrevistar a este líder musulmán:

- ¿Cómo te recibirá el Papa y qué le quieres decir?
-Damos la bienvenida al Papa Francisco con inmensa alegría. Él es un líder mundial. Él viene a un pequeño país islámico. Su visita nos honra, porque él no solo es el líder de los cristianos, sino que es un líder de todos los fieles. Cada religión trae consigo un mensaje de paz, y el Santo Padre lo promueve adecuadamente. Voy a ser uno de los 500 clérigos islámicos que se reunirán Francisco. En esa ocasión entregaremos una carta que contiene un fatua contra la milicia islámica firmado por 100.000 sacerdotes musulmanes.

- ¿Qué esperas que el Papa Francesco les diga a los musulmanes?
-El Santo Padre dará un mensaje de amor, especialmente para los rohinyá, y los ayudará a resolver su problema de refugiados. Ciertamente su visita dará lugar a una rápida resolución de la crisis. Al mismo tiempo, como líder islámico, creo que deberían regresar a Myanmar porque nunca han sido ciudadanos de Bangladés. Y sobre todo porque todos tienen derecho a vivir en su propio lugar de origen.
- En su opinión, ¿cómo se puede fomentar la armonía y la coexistencia entre las religiones en Bangladesh? ¿Y entre los fieles musulmanes chiíes, suníes y sufíes?
- Hemos creado el Foro Religioso Mundial (Wrf), que reúne a líderes religiosos musulmanes, cristianos, hindúes y budistas. Yo soy el coordinador Con este foro no solo queremos construir relaciones de hermandad entre suníes y chiítas, sino también entre otras religiones. Organizamos programas para el diálogo interreligioso con aquellos que practican la verdadera religión que es la paz. También Patrick D'Rozario [el arzobispo de Daca] es parte del grupo y está directamente involucrado en las iniciativas. Por nuestra gran contribución a la construcción de la armonía interreligiosa, también hemos recibido numerosas cartas de agradecimiento del Vaticano.

- ¿Haces algunos ejemplos concretos de convivencia y respeto entre religiones?
- En los últimos años hemos sido publicado en Facebook algunos comentarios que incitan a la violencia religiosa en Bazar de Cox, o en contra de los cristianos Rongpur, o justificar el asesinato de Sunil Gomes , un católico sacrificados en Natore. Organizamos una marcha de protesta a la que asistieron 5,000 imanes y fieles. Fue la primera vez que los wrf protestaron contra los ataques sectarios contra los fieles de otras religiones. El programa interreligioso también ha resonado en todos los medios y hemos recibido reconocimiento de varios lados.

En su madrasa, este musulmán enseña a sus alumnos tolerancia hacia las otras religiones

- Habrá oído hablar del reciente ataque al Sinaí , que causó más de 300 muertes y tuvo como objetivo una mezquita sufí sufí. ¿Cuáles son sus sentimientos al respecto?
- Cuando escuché las noticias, sentí un profundo dolor en mi corazón. Ellos son terroristas. Estamos en contra de la violencia. Estamos tristes por todas las atrocidades que ocurren en el mundo, no solo hacia los musulmanes sino también hacia los cristianos, budistas e hindúes.

- ¿Cómo podemos garantizar la paz y la justicia social en su país?
- Trabajamos para garantizar la justicia social y en esto nos respaldan las políticas gubernamentales. Sostengo que todos deberían disfrutar de sus derechos, incluido los rohinyás. También apoyamos el desarrollo de las mujeres y ayudamos a las viudas. Para garantizar la paz, trabajamos junto con otros líderes religiosos para que disfruten de la libertad de predicar según los valores de su religión. Ninguna fe promueve la violencia religiosa. Y en lo que respecta al terrorismo islámico, ninguna religión permite el conflicto y el asesinato.

- ¿Y cómo frenar el terrorismo?
- Tenemos que comenzar desde la educación. Enseñamos nuestros valores en la madrasse. Enseñamos a los estudiantes las verdaderas enseñanzas del Islam. Motivamos a los jóvenes y les decimos que no hay lugar para armas o ataques contra otros leales. Me enorgullece decir que el 90% de los miembros de Wrf son estudiantes de Corán. El fundamentalismo en este país se deriva de la educación equivocada. Entonces tenemos que tener cuidado con los sermones. En Bangladesh hay alrededor de 300,000 mezquitas, de las cuales 10,000 solo en Dhaka. En mi mezquita están rezando cerca de 8,000 musulmanes, incluidos varios ministros del gobierno. Soy un consultor del Ministro del Interior y tengo la tarea de controlar la predicación, para evitar que los imanes se entreguen al discurso de odio. Si nos damos cuenta de que alguien está enseñando las enseñanzas equivocadas y alentando el extremismo.



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