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quinta-feira, 27 de abril de 2017

¿La tetera atea voladora de Russell? El filósofo Plantinga, que la desmonta, premio Templeton 2017

Alvin Plantinga, filósofo cristiano, recibirá 1,4 millones de dólares a sus 84 años

Alvin Plantinga, filósofo cristiano, ha sido galardonado con el Premio Templeton 2017
P.J.G./ReL 26 abril 2017

A sus 84 años, el famoso filósofo norteamericano Alvin Plantinga, de la Universidad de Notre Dame en EEUU, ha sido designado como ganador en 2017 del popular Premio Templeton (www.templetonprize.org), que con 1,4 millones de dólares es el premio que más dinero da a un solo ganador. La Fundación John Templeton premia cada año así a una personalidad que haya ayudado al desarrollo de las relaciones entre ciencia y fe y del desarrollo humano a través del pensamiento religioso.

Filosofar desde una convicción cristiana
Uno de los grandes temas de Plantinga ha sido la razonabilidad de la fe: siempre ha negado que sean necesarias "pruebas extraordinarias" o evidencias irrefutables para defender la existencia de Dios desde la razón, y por el contrario ha insistido en que la filosofía no logra mostrar que la creencia en Dios sea irracional.

Ha criticado, por ejemplo, la famosa "tetera cósmica voladora" de Bertrand Russell, que este polemista británico ateo comparaba a Dios: algo indemostrable e irrefutable, arbitrario. Plantinga responde que las teteras que vuelan por el espacio pueden detectarse y rastrearse y explicarse con perfecta normalidad. (Más abajo detallamos más el tema).


Plantinga ya estudiaba estos temas en serio en 1967 cuando publicó "Dios y otras mentes: un estudio de la justificación racional en la creencia en Dios". Para los cristianos conservadores de ámbitos anglohablantes que no han querido refugiarse en la escolástica académica ni en el fideísmo ciego, Plantinga y su obra de una vida marcó un renacimiento de la filosofía cristiana que, por desgracia, apenas se ha traducido al español. 

El problema de un Dios bueno y una Creación con mal
Alvin Plantinga, formado en una familia de calvinistas holandeses en Estados Unidos, ya desde niño se planteaba el problema del mal y Dios: ¿cómo puede Dios ser bueno y creador de un mundo en el que existe el mal?

John G. Stackhouse, escritor y profesor de filosofía en Canadá, señala que Plantinga "no ha ofrecido una teodicea que explique cómo Dios realmente gobierna el mundo, sino que lo que ha hecho es mostrar que no es contradictorio creer que Dios es todopoderoso y bueno y que, pese a eso, el mal exista". Es el tema que desarrolla en los libros llamados "la trilogía Warrant" que publicó en los años 90.

“Plantinga reconoció que no solo la creencia cristiana no entra en conflicto con el trabajo filosófico serio, sino que puede hacer contribuciones a problemas perennes de la filosofía", ha señalado Heather Templeton Dill, presidenta de la Fudnación John Templeton.

El libre arbitrio existe
Plantinga ha defendido siempre el libre arbitrio de la persona. Ha postulado también que incluso un Dios Todopoderoso y bueno es incapaz de eliminar el mal sin eliminar algo que es más bueno: la libertad. La única forma en que Dios puede crear hijos que libremente obedezcan y amen es que tengan la capacidad técnica de desobedecer y de no amar: de hecho, sin libertad, no se puede hablar de "obediencia" ni "amor", como vemos en cualquier máquina, por ejemplo.

Plantinga ha agradecido el Premio declarando que espera que su trabajo siga transformando el mundo de la filosofía. Él mismo fue muy activo como presidente de la Sociedad de Filósofos Cristianos y de la Asociación Filosófica Americana. Quiere, dice, "animar a los filósofos jóvenes, especialmente a los que traen perspectivas cristianas y teístas a su trabajo, a crecer en creatividad, integridad y osadía".

Entrevista de Alvin Plantinga con el profesor de filosofía Gary Gutting, editor del Notre Dame Philosophical Reviews, publicada en ReL en 2014

- Gary Gutting: Usted dice que al ateísmo requiere pruebas que lo sostengan. Muchos ateos niegan esto, diciendo que todo lo que necesitan es resaltar la ausencia de cualquier buena prueba del teísmo. Usted compara el teísmo con la negación de que hay un número constante de estrellas, lo que obviamente necesitaría demostrarse. Pero según los ateos, - utilizando un ejemplo de Bertrand Russell -, usted debería comparar el ateísmo con la negación de que hay una tetera orbitando alrededor del sol. ¿Por qué prefiere su comparación a la de Russell?

-Alvin Plantinga: La idea de Russell, entiendo yo, es que nosotros no tenemos realmente ninguna prueba contra el “teterismo” [la indemostrable y absurda tetera cósmica de Russell; nota de ReL] pero lo que Russell dice es que tampoco necesitamos ninguna prueba, que la ausencia de pruebas es prueba de ausencia y basta para apoyar el “a-teterismo”. No necesitamos una prueba positiva contra ello para justificar el “a-teterismo”; y tal vez lo mismo es verdad sobre el teísmo. Yo no estoy de acuerdo.

»Claramente tenemos muchas pruebas contra el “teterismo”. Por ejemplo, hasta donde yo sé, el único modo para que una tetera pudiera llegar a orbitar alrededor del sol sería que algún país, con una suficientemente desarrollada capacidad de tiro al espacio, la pusiera en órbita. Ningún país con una capacidad tal es lo bastante frívolo como para malgastar sus recursos intentando poner en órbita a una tetera. Además, si algún país lo hubiera hecho, hubiera estado en todas las noticias; ciertamente hubiéramos oído hablar de ello. Pero no hemos oído nada. Y podemos continuar así. Hay mucha evidencia contra el “teterismo”. Por lo que, si como dice Russel, el teísmo es como el “teterismo”, el ateo, para estar justificado, debería tener (como el “a-tetero”) pruebas poderosas contra el teísmo.

Manifestación atea (o más bien anticlerical) en Madrid en Semana Santa, portando en procesión su Tetera de Russell
- Gary Gutting: Pero, ¿no hay también muchas pruebas contra el teísmo? Entre otras, ¿la cantidad de maldad en un mundo presuntamente hecho por un Dios todopoderoso y bondadoso?

- Alvin Plantinga: El llamado “problema del mal” sería probablemente la evidencia más contundente (y a lo mejor la única) contra el teísmo. Desde luego, tiene un punto a su favor: es razonable pensar que, dada la existencia del sufrimiento y de la maldad en nuestro mundo, la probabilidad de teísmo es verdaderamente muy baja. Sin embargo, hay también razones en favor del teísmo: hay por lo menos un par de docenas de buenas razones en favor del teísmo, por lo que al ateo deberá intentar sintetizar y equilibrar las probabilidades. Esto no es nada fácil de conseguir, pero es obvio que el resultado no apoyaría, en ninguna parte, un ateísmo tajante como opuesto al agnosticismo.

- Gary Gutting: Cuando usted dice que hay “buenas razones en favor del teísmo” ¿quiere decir razones decisivas y lo suficientemente buenas para convencer a cualquier persona racional que las entienda?

- Alvin Plantinga: Ante todo, debo aclarar que no pienso que sean necesarias razones para tener una fe racional en Dios. A este respecto, la fe en Dios es como la fe en que existen otras mentes [distintas a la mía, quiere decir - ndReLo creer en el pasado. Creer en Dios está fundamentado en la experiencia, o en el sensus divinitatis, el término utilizado por Calvino para definir una inclinación innata a formular creencias acerca de Dios en una amplia variedad de circunstancias.

»Sin embargo, creo que hay un gran número – tal vez un par de docenas – de muy buenos argumentos teístas. Ninguno es concluyente, pero cada uno, o por lo menos todos ellos juntos son tan fuertes como pueden serlo los argumentos filosóficos.

- Gary Gutting: ¿Puede usted darnos un ejemplo de alguno de estos argumentos?

- Alvin Plantinga: Un argumento actualmente bastante popular es el fino ajuste del mundo. Los científicos nos dicen que si muchas características de nuestro universo fueran ligeramente diferentes de cómo efectivamente son, la vida, o al menos nuestro tipo de vida, no sería posible. Parece ser que el universo ha sido finamente ajustado para la vida.

»Por ejemplo, si la fuerza del Big Bang hubiera sido diferente en una de sus partes desde un décimo hasta un sexagésimo, nuestro tipo de vida no hubiera sido posible. Lo mismo vale para la relación entre la fuerza de gravedad y la fuerza impulsora de la expansión del universo: si hubieran sido ligeramente distintas, nuestro tipo de vida no hubiera sido posible. De hecho, el universo parece haber sido finamente ajustado, no solo para la vida, sino para la vida inteligente. Este fino ajuste es mucho más probable que esté relacionado con el teísmo que con el ateísmo.

- Gary Gutting: Pero incluso si este argumento del fino ajuste (u otro similar) pudiera convencer a algunos de que Dios existe, ¿no defraudaría las esperanzas de todo lo que afirma el teísmo cristiano, es decir, la existencia de un Dios que es la perfección absoluta? Visto que el mundo no es perfecto, ¿por qué necesitamos un ser perfecto que nos explique el mundo o cualquier aspecto del mismo?

- Alvin Plantinga: Supongo que está usted pensando en el sufrimiento y en el pecado, que hacen del mundo algo que está muy lejos de la perfección.

»Pero entonces su pregunta sólo tiene sentido si los mundos más perfectos posibles no tienen pecado o sufrimiento. ¿Es esto verdad?

»Tal vez los mundos mejores sean los que tienen criaturas libres, algunas de las cuales a veces hacen el mal. Es posible incluso que los mundos mejores tengan un escenario que se parezca mucho a la historia cristiana.

»Piense en esto: el primer Ser del universo, perfecto en bondad, poder y sabiduría, crea criaturas libres. Estas criaturas libres le dan la espalda, se rebelan contra Él y empiezan a relacionarse con el pecado y el mal. En lugar de tratarles como hubiera hecho en el pasado un gobernante o poderoso, - por ejemplo, echándoles en una olla de aceite hirviendo -, Dios les responde enviando a Su Hijo al mundo para que sufra y muera y los seres humanos puedan, de nuevo, estar en una relación de armonía con Dios. Dios mismo se somete a un enorme sufrimiento pues ve a Su hijo escarnecido, ridiculizado, golpeado y crucificado. Y todo esto a causa de estas criaturas pecadoras.

»Yo diría que un mundo en el que esta historia es verdad es, realmente, el mejor y más espléndido mundo posible, tan bueno que ningún otro mundo podría ser más apreciado. Esto significa que los mundos mejores tienen pecado y sufrimiento.

- Gary Gutting: De acuerdo, pero en cualquier caso, ¿no camina el teísta sobre terreno pantanoso cuando sugiere la necesidad de Dios para explicar el universo? Existe siempre la posibilidad de que se encuentre un informe científico que explique lo que, según nosotros, sólo Dios puede explicar. Al fin y al cabo, es lo que sucedió cuando Darwin desarrolló su teoría de la evolución. De hecho, la afirmación de que ya no necesitamos a Dios para explicar el mundo ¿no es el fundamento principal del ateísmo?

- Alvin Plantinga: Algunos ateos parecen pensar que una razón suficiente para el ateísmo es el hecho (como ellos dicen) de que ya no necesitamos a Dios para explicar los fenómenos naturales: los relámpagos y los truenos, por ejemplo. Ahora tenemos la ciencia. Como justificación del ateísmo me parece bastante patético.

»Ya no necesitamos a la luna para explicar o justificar la locura, por lo que entonces estaría justificada la creencia en la no existencia de la luna (“¿a-lunismo?”). El “a-lunismo” en este ámbito sería sensato sólo si la única razón para la creencia en la existencia de la luna fuera su capacidad de explicar la locura (e incluso así, la actitud justificada respecto a la luna sería el agnosticismo, no el “alunismo”). Lo mismo vale para la fe en Dios: el ateísmo, con este tipo de fundamento, estaría justificado sólo si la única razón para creer en Dios fuera la capacidad de explicación [de fenómenos científicos, ndReL] del teísmo. E incluso entonces, el agnosticismo sería la actitud justificada, no el ateísmo.

- Gary Gutting: Por lo tanto, ¿cuáles son los motivos adicionales para creer en Dios, las razones que hacen que el ateísmo sea injustificado?

- Alvin Plantinga: El motivo más importante de la fe es, seguramente, no un razonamiento filosófico, sino una experiencia religiosa. Personas de culturas muy distintas han pensado en ellas mismas en contacto experiencial con un Ser digno de culto. Creen que existe esta persona, pero no por la capacidad explicativa de dicha creencia. O tal vez hay algo similar al sensus divinitatis de Calvino. Desde luego, si el teísmo es verdad, entonces es muy posible que exista algo como el sensus divinitatis. Por lo que reivindicar que la única razón sensata para creer en Dios es la propiedad explicativa de esta creencia equivale, sustancialmente, a asumir el ateísmo.

¿Un fruto del pensamiento racional maduro... o algo con raíces psicológicas menos racionales?
- Gary Gutting: Por lo tanto, si no hay pruebas que apoyen el ateísmo, ¿por qué piensa usted que muchos filósofos, probablemente gente muy racional, son ateos?

- Alvin Plantinga: No soy un psicólogo, por lo que no tengo conocimientos en este campo. Sin embargo, hay algunas explicaciones posibles.

»Thomas Nagel, un estupendo filósofo y un ateo extraordinariamente perspicaz, dice simplemente que él no quiere que exista esa persona que es Dios. Y no es difícil entender por qué. Para empezar, habría lo que para algunos sería una intolerable invasión de la privacidad: Dios conocería cada uno de mis pensamientos mucho antes de que yo los hubiera pensado. Otra razón es que mis acciones, e incluso mis pensamientos, serían objeto constante de juicio y evaluación.

»Básicamente, es una cuestión que tiene que ver con la seria limitación de la autonomía humana que plantea el teísmo. Este deseo de autonomía puede alcanzar proporciones importantes, como en el filósofo alemán Heidegger quien, según Richard Rorty, se sintió culpable de vivir en un universo que él no había creado. ¡Esa sí que es una conciencia quebradiza! Pero incluso un deseo menos grande de autonomía puede, tal vez, motivar también el ateísmo.

- Gary Gutting: Entre los ateos de hoy el materialismo parece ser un motivo primordial. Piensan que no hay nada más allá de las entidades materiales abiertas a la investigación científica, por lo tanto, no hay lugar para seres inmateriales como Dios.

- Alvin Plantinga: Bien, si hay sólo entidades materiales, entonces el ateísmo seguramente es lo que cabe deducir. Pero se plantea un problema realmente serio para el materialismo: no se puede creer en él con sensatez, sobre todo si, como muchos materialistas, también crees que los humanos son producto del evolucionismo.

- Gary Gutting: ¿Por qué?

- Alvin Plantinga: No puedo hacer una exposición detallada de este argumento ahora, para ello habría que leer el capítulo 10 de Dónde se encuentra realmente el conflicto. Pero, en líneas generales, la cuestión es la siguiente. Primero, si el materialismo es verdad, los seres humanos, como es natural, son objetos materiales. Ahora bien, desde este punto de vista, ¿qué sería una creencia? ¿Mi creencia que Marcel Proust es más sutil que Louis L’Amour, por ejemplo? Presumiblemente, esta creencia debería ser una estructura material en mi cerebro, es decir, un montón de neuronas que mandan impulsos eléctricos a otras estructuras similares y también a los nervios y músculos recibiendo, a su vez, impulsos eléctricos de otras estructuras.

»Pero, además de estas propiedades neurofisiológicas, esta estructura, si es una creencia, debería también tener un contenido: para entendernos, debería ser la creencia de que Proust es más sutil que L’Amour.

- Gary Gutting: Por lo tanto, ¿sugiere usted que la estructura neurofisiológica no puede ser una creencia? ¿Qué la creencia debe ser, de algún modo, inmaterial?

- Alvin Plantinga: Esto podría ser, pero no es lo que quiero recalcar aquí. Yo estoy interesado en el hecho de que la creencia causa (o por lo menos, causa en parte) acciones. Por ejemplo, mi creencia de que hay cerveza en la nevera (junto a mi deseo de tomarme una cerveza) puede ser la causa de que yo me levante con gran esfuerzo de mi sillón y me mueva con dificultad hacia la nevera.

»Pero aquí está el punto importante: es en virtud de sus propiedades neurofisiológicas y materiales que una creencia causa la acción. Es en virtud de esas señales eléctricas enviadas a través de los nervios referentes a los músculos relevantes que la creencia sobre la cerveza en la nevera hace que yo vaya a la nevera. No es en virtud del contenido que tiene la creencia (hay una cerveza en la nevera).

- Gary Gutting: ¿Por qué dice esto?

- Alvin Plantinga: Porque si esta creencia — esta estructura — tuviera un contenido completamente distinto (digamos incluso, si la creencia fuera que no hay cerveza en la nevera) pero tuviera las mismas propiedades neurofisiológicas, habría causado la misma acción de ir a la nevera. Esto significa que el contenido de la creencia no es causa del comportamiento, de la acción. En lo que respecta al comportamiento, a la acción, el contenido de la creencia no tiene importancia.

- Gary Gutting: Esta parece una conclusión difícil de aceptar. Pero el evolucionismo, ¿no saca al materialista de esta dificultad? El hecho de que al menos algunas, sino la mayoría, de nuestras especies hayan sobrevivido tendría que hacer que nuestras creencias fueran verdaderas; en caso contrario, no seríamos funcionales en un mundo peligroso.

- Alvin Plantinga: El evolucionismo sería el resultado de tener creencias que se adaptan; es decir, creencias que causan acciones con capacidad de adaptación. Pero, como hemos visto, si el materialismo es verdad, la creencia no causa la acción de adaptación a través de su contenido: causa la acción a través de sus propiedades neurofisiológicas. Por tanto, no es importante cuál es el contenido de la creencia y no es importante si el contenido es verdadero o falso. Todo lo que se necesita es que la creencia tenga las propiedades neurofisiológicas correctas. Si también es verdad, perfecto; pero si es falso, también está bien.

»El evolucionismo seleccionaría procesos productores de creencias que producen creencias con propiedades neurofisiológicas de adaptación, pero no procesos productores de creencias que son verdaderas creencias. Según el materialismo y el evolucionismo, cualquier creencia particular puede ser falsa y puede ser verdadera.

- Gary Gutting: Por tanto, su reivindicación es que si el materialismo es verdad, el evolucionismo no conduce a que muchas de nuestras creencias sean verdad.

- Alvin Plantinga: Correcto. De hecho, según el materialismo y la evolución lo que sigue es que nuestras facultades de producir creencias no son dignas de confianza.

»Esta es la razón. Si una creencia puede ser tanto falsa como verdadera, tendríamos que decir que la probabilidad de que toda creencia particular sea verdad es del 50 por ciento. Ahora bien, supongamos que tenemos un total de 100 creencias independientes (desde luego, es obvio que hay muchas más).

»Recuerde que la probabilidad de que un grupo de creencias sea verdad es la multiplicación de todas sus probabilidades individuales. Incluso si consideramos un nivel bastante bajo de fiabilidad — digamos, de al menos dos tercios (67 por ciento) de que nuestras creencias sean verdaderas — nuestra fiabilidad total, según el materialismo y el evolucionismo, es sumamente bajo, algo como el 0.0004. Por lo tanto, si uno acepta ambos, el materialismo y el evolucionismo, tiene una buena razón para creer que sus facultades de producir creencias no son fiables.

»Salvo que crea que es caer en el escepticismo total, lo que le dejaría sin razón alguna para aceptar cualquiera de sus creencias (¡incluyendo la creencia en el materialismo y en el evolucionismo!). El único recorrido sensato es abandonar la reivindicación que lleva a esta conclusión: que ambos, materialismo y evolucionismo, son verdad. Tal vez se pueda sostener el uno o el otro, pero no ambos.

»Por consiguiente, si eres ateo simplemente porque aceptas el materialismo, mantener tu ateísmo significa que tienes que abandonar tu creencia de que el evolucionismo es verdad. Otro modo de explicarlo sería: la creencia de que ambos, materialismo y evolucionismo, son verdad es auto-refutable. Es tirarse piedras contra el propio tejado. Por tanto, no puede sostenerse racionalmente.

(Traducción de la entrevista por Helena Faccia Serrano, diócesis de Alcalá de Henares)

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