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terça-feira, 14 de março de 2017

No puedes evangelizar adolescentes hoy si no tienes Instagram: ahí hacen su vida... y miran la tuya

Y para diseñar, usa WordSwag y Canva; Jordi Massegú, de LifeTeen en España, explica lo que funciona
Jordi Massegú, responsable de LifeTeen en España, explica cómo usar las redes sociales con adolescentes

Pablo J. Ginés/ReL 13 marzo 2017

“Encontrarás algunos jóvenes en la plaza, a otros en el campo de baloncesto, a otros en la calle… pero a practicamente todos los encontrarás en Instagram”, explica Jordi Massegú, responsable en España del método de evangelización LifeTeen (www.lifeteen.es), que trabaja con jóvenes de 12 a 18 años.

Hablando ante unos doscientos asistentes en el encuentro europeo de LifeTeen, que se ha celebrado en el Seminario de Barcelona del 10 al 12 de marzo, Massegú pregunta: “¿Quién tiene Facebook? ¿Y quién tiene un Facebook parroquial? Bueno, pues con los adolescentes no os servirá de nada. Ellos no están en Facebook, sino en Snapchat y sobre todo en Instagram. Quiero que todos los que evangelizáis adolescentes salgáis de aquí con una cuenta en Instagram”.  E insiste: “casi ningún adolescente está en Facebook o Twitter, excepto alguno que esté muy interesado en noticias”.

La realidad es que el evangelizador ha de estar allí donde están los jóvenes, y hoy ellos están en estas redes sociales. Igual que el misionero que va a un país exótico aprenderá antes el idioma y su cultura, el evangelizador ha de conocer la cultura de los adolescentes nativos digitales y enganchados a las pantallas.


 
Jordi Massegú explica 2 razones por las que el evangelizador o catequista de adolescentes debe apuntarse a Instagram o Snapchat:

2 razones para estar en Instagram
1- Para contactar con los chico:“Ellos están ahí y ahí es donde los vamos a encontrar y tratar. Allí es donde los buscan también las grandes marcas comerciales, y el porno… ¿No vamos a estar nosotros? Ahí los trataremos y estaremos en contacto”.

2. Para ver lo que hacen, dicen y sienten: Más de un 60% de jóvenes dicen en las encuestas que lo que les gusta en las redes es ver vídeos y comunicarse… pero sobre todo “ver otros perfiles”. Es decir, fisgonear, cotillear, ver a qué se dedica “el otro”.

Al mismo tiempo, ellos también expresan como se sienten, sobre todo con fotos en Instagram. Un chico que publica fotos melancólicas de sí mismo es que está sufriendo soledad, tristeza, problemas… Una chica que publica fotos de sus amigas de otro país es que las echa de menos y se siente sola.

El catequista ha de conocer estos sentimientos y acompañarlos. Un catequista puede ver en las redes que un chaval tenía un examen y luego, en la reunión, puede preguntarle: “¿Qué tal te fue el examen?” O mandar un mensaje de ánimo a quien se sienta desanimado. El chico apreciará ver que su catequista se interesa por sus cosas. Instagram muestra también sus aficiones y gustos, y así el catequista puede compartirlos, comentarlos… Por su parte, un sistema de evangelización como LifeTeen ofrece materiales diseñados específicamente para tratar con adolescentes que se pueden subir a Instagram y apoyan los temas de catequesis de LifeTeen.

¡Ten ambición: has de ser el Apple de tu pueblo!
Jordi Massegú explica que el evangelizador de hoy ha de ser ambicioso y ha de inspirarse en los grandes comunicadores, que son aquellos que cada día comunican sin cesar a los jóvenes, es decir, las grandes empresas que comunican bien. “¡Vamos a ser Apple, el Apple de nuestro pueblo, de nuestra parroquia! Haremos cosas nuevas para tocar el corazón de los jóvenes”

¡Evita los carteles “cutres”! Usa WordSwag y Canva
“Las parroquias usan carteles que parecen a veces de parvulario”, constata Massegú. “En Internet debemos publicar cosas con calidad. Muchos chicos saben diseñar y esperan que nosotros sepamos. La parroquia, el grupo de jóvenes ha de tener un contenido atrayente. ¡Hemos de competir con profesionales de la comunicación y publicidad! Por suerte hay trucos, hay herramientas sencillas en la red fáciles de usar que dan un diseño muy bueno”.

Una opción muy recomendable es WordSwag (wordswag.co), que con rapidez permite escribir mensajes con diseño atractivo. Es lo que usa la Delegación de Jóvenes de Barcelona, por ejemplo.

Otra opción es Canva (www.canva.com/es_es/), una herramienta de diseño muy fácil, “para los que no saben diseñar”.  Por último, los que sí tienen formación en diseño siempre pueden usar el clásico y potete PhotoShop.


 
Snapchat: fotos que duran diez segundos
Snapchat es una aplicación de móvil que combina mensajes de texto (chat) con fotos que usan filtros divertidos. Es fugaz: el contenido desaparece después de visto. Es para “mantener contacto” y decir “ey, mira qué pinta tengo” o “mira qué estoy haciendo ahora”. Los adolescentes quieren presumir en riguroso directo de lo bien que lo pasan y lo guapos que están (postureo). Es rápido, dinámico y volátil. Pero últimamente Instagram se come su espacio con su “videolife”: un vídeo en directo de lo que se hace en tiempo real. Es la dictadura de lo fugaz y efímero.

YouTuberos: los nuevos predicadores
Hay gente en YouTube que graba un vídeo de 15 minutos hablando de cualquier cosa y consigue millones de visionados. “Son como predicadores de YouTube, que juntan millones de visitas diciendo todo tipod e mensajes, incluso barbaridades… y los cristianos, con nuestro mensaje, tenemos que competir con eso”, señala Massegú.

LifeTeen, desde su sede central en Atlanta, trabaja para realizar vídeos cortos pensados para jóvenes (de 1 a 7 minutos) con sus propios Youtuberos, o animaciones, o cortos, de buena calidad. Poco a poco se irán traduciendo o subtitulando. Estos vídeos deben poder llegar a los jóvenes cristianos.

Whatsapp: lo útil es el grupo con los chicos
La gran utilidad pastoral de Whatsapp, considera Jordi Massegú, es el poder crear grupos de Whatsapp para tener a los chicos accesibles en el móvil, avisarles de actividades, quizá reenviar algún material “y vemos si están ahí y si nos leen. Pastoralmente lo útil es hacer un grupo con todos los chicos de nuestro grupo de LifeTeen o catequesis”.

Catequista: cuida tu perfil
En las redes hay mucha basura, grosería y fealdad. También hay muchas cosas hermosas y apasionantes que pueden distraer del Evangelio. El catequista o el cristiano que pretende ser referente para los jóvenes ha de tener mucho cuidado con lo que publica o dice en su perfil personal o en el de la parroquia o el grupo. Debe centrarse sobre todo en mensajes positivos y en cosas bellas, inspiradoras y edificantes.

Pero al final, el trato debe pasar a lo presencial. “Los chicos suben fotos buscando “likes” y comentarios, buscando apreciación y compañía… pero nosotros se lo daremos sobre todo en persona, en la reunión de LifeTeen; ellos buscan amistades, y en nuestros encuentros en persona, en nuestras reuniones, es donde les damos de verdad esta amistad y acompañamiento sincero”.

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