En la catequesis de esta semana, el Santo Padre reflexiona sobre
la misericordia que lleva a visitar a los enfermos y a los presos
El Papa en la audiencia general - © Osservatore Romano |
(ZENIT – Ciudad del
Vaticano).- El papa Francisco ha asegurado que Jesús nos ha donado la
posibilidad de ser libres, a pesar de los límites de la enfermedad y de
las restricciones. Jesús “nos ofrece la libertad que procede del
encuentro con Él” y “del sentido nuevo que este encuentro lleva a
nuestra condición personal”.
Así lo ha indicado en la catequesis
de la audiencia general de este miércoles. Como cada semana, el Santo
Padre ha sido recibido por los fieles de la plaza de San Pedro con gran
entusiasmo. Antes de la catequesis, desde el papamóvil, Francisco ha
bendecido y saludado más de cerca a los peregrinos venidos de todo el
mundo.
De este modo, en la catequesis ha
reflexionado una semana más sobre la misericordia, centrada esta vez en
el tema “visitar a los enfermos y a los presos”.
En el resumen hecho en español, el
Pontífice ha recordado que muchos relatos de los evangelios muestran que
la vida de Jesús “se caracterizó por ser un continuo encuentro con las
personas”, fue especialmente cercano “a los enfermos, a los que consoló y
curó de sus enfermedades y dolencias”. También los encarcelados –ha
añadido– fueron objeto de su cercanía. Por eso ha explicado que a los
privados de libertad, “Jesús les brindó la nueva y verdadera libertad
que nace del encuentro personal con Él y que da un sentido nuevo a la
vida”.
Por lo tanto, siguiendo el ejemplo
Jesús, ha precisado el Santo Padre, no podía faltar entre las obras de
misericordia el “visitar a los enfermos y a los encarcelados”. Como
cristianos “estamos llamados a convertirnos en instrumentos de la
misericordia de Dios”, estando “cercanos” y “sin juzgar a nadie”, para
que “nadie se sienta abandonado a su suerte ni tampoco acusado”, sino
que todos sin exclusión, “se sientan amados por Dios mediante gestos que
expresen solidaridad y respeto”. Finalmente, el Pontífice ha recordado
que “estos gestos” cuando son hechos en nombre de Dios “se convierten en
auténticos signos elocuentes y eficaces de su misericordia”.
A continuación ha saludado a los
peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes
de España y Latinoamérica. El Papa les ha animado a que sean “valientes y
abran el corazón a Dios y a los hermanos”, de modo que sean
“instrumentos de la misericordia y ternura de Dios”, que restituye “la
alegría y la dignidad a quienes la han perdido”.
Después de los saludos en las
distintas lenguas, el Papa ha dirigido un saludo a los jóvenes, a los
enfermos y a los recién casados. Recordando que hoy se celebra la
dedicación de la Basílica Lateranense, la catedral de Roma, el Santo
Padre ha invitado a los jóvenes a rezar por el sucesor de Pedro, para
que “confirme siempre a los hermanos en la fe”. A los enfermos les ha
pedido que sientan la cercanía del Papa en la oración “para afrontar la
prueba de la enfermedad”. Finalmente ha exhortado a los recién casados a
que enseñen con sencillez la fe a los hijos “nutriéndola con el amor
por la Iglesia y por sus pastores”.
in
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