En la catequesis de la audiencia general, el Santo Padre recuerda
que debemos ser signo e instrumento de la misericordia través de
pequeños gestos concretos
El Papa en la audiencia general - CTV |
(ZENIT – Ciudad del
Vaticano).- El papa Francisco, durante la catequesis de la audiencia
general de esta semana, ha reflexionado sobre la misericordia, centrando
la meditación en “las obras corporales y espirituales”.
Como cada semana, miles de fieles venidos de todo el mundo, han
llenado la plaza de San Pedro para escuchar y recibir la bendición del
Santo Padre. Antes de comenzar la catequesis, el Pontífice ha pasado con
el papa móvil por la plaza para saludar a los peregrinos. Además, esta
mañana, un grupo de niños le han acompañado durante este trayecto.
En el resumen hecho en español, el
Santo Padre ha recordado que en las catequesis anteriores se ha
reflexionado sobre el misterio de la misericordia de Dios, “desde el
actuar del Padre en el Antiguo Testamento hasta el de Jesús”, quien a
través de las narraciones evangélicas, “se nos muestra, en sus palabras y
en sus gestos, como la encarnación misma de la Misericordia”.
No es suficiente –ha advertido– haber
experimentado la misericordia de Dios en nuestra vida, debemos ser su
signo e instrumento a través de pequeños gestos concretos. “Estos tienen
valor a los ojos del Señor, hasta el punto de ser el criterio sobre el
que seremos juzgados”, ha precisado. Además, el Papa ha señalado que “la
Iglesia ha llamado a estos pequeños gestos «obras de misericordia corporales y espirituales», que tocan las exigencias más importantes y esenciales de las personas”.
En esta línea, el Papa ha observado
que en un mundo donde reina la indiferencia, “las obras de misericordia
son el mejor antídoto contra ella”, porque “nos educan a estar atentos a
las necesidades más elementales de nuestros «hermanos más pequeños» y
vulnerables”. Finalmente ha anunciado que en las próximas catequesis
“meditaremos sobre cada una de estas obras, que son el modo concreto de
vivir la misericordia, y hacer nuestra fe viva y operosa con la
caridad”.
A continuación, el Papa ha saludado a
los peregrinos de lengua española, en particular a los provenientes de
España y Latinoamérica. Que el Espíritu Santo –ha pedido– encienda en
nosotros el deseo de practicar las obras de misericordia, para que
nuestros hermanos sientan presente a Jesús, que no los abandona en sus
necesidades sino que se hace cercano y los abraza con ternura.
Después de los saludos en las
distintas lenguas, el Papa ha saludado a los jóvenes, a los enfermos y a
los recién casados. Recordando que este martes se celebró la memoria de
san Juan XXIII, ha pedido a los jóvenes que invoquen siempre su
“celeste intercesión” para imitar “la dulzura de su amor paterno”. Del
mismo modo ha invitado a los enfermos a que le recen “en los momentos de
la cruz y del sufrimiento” para “afrontar las dificultades con la misma
mansedumbre”. Y finalmente ha exhortado a los recién casados a que
aprendan de este santo “el arte de educar a los hijos con ternura y con
el ejemplo”.
in
Sem comentários:
Enviar um comentário