En la audiencia general de este miércoles, el Santo Padre explica
qué significa “dar de comer al hambriento” y “dar de beber al sediento”
El Papa Francisco en la audiencia general - CTV |
(ZENIT – Ciudad del
Vaticano).- El papa Francisco, como cada semana, ha celebrado la
audiencia general en la plaza de San Pedro acompañado por miles de
fieles de todas las partes del mundo, que le han recibido con alegría y
entusiasmo. Este miércoles por la mañana, la
meditación del Papa –continuando las catequesis sobre la misericordia–
se ha centrado en “dar de comer a los hambrientos. Dar de beber a los
sedientos”.
Así, el Pontífice ha explicado hoy que la
pobreza en abstracto no nos interpela, pero nos hace pensar. Pero
cuando uno ve la pobreza en la carne un hombre, de una mujer, de un
niño, ¡esto sí nos interpela! Y por eso, se ha creado para huir de los
necesitados, para maquillar un poco esta realidad de los necesitados,
una cierta moda que permite evitar esta realidad y evitar la
distancia cuando uno lo encuentra.
En el resumen hecho en español, el
Santo Padre, haciendo referencia al Evangelio leído al inicio de la
audiencia, ha explicado que “como
hemos escuchado en la Carta de Santiago” hay situaciones de necesidad
entre nosotros “que requieren una respuesta inmediata y urgente”. En
concreto ha indicado “dar de comer al hambriento”, y “dar de beber al
sediento” ambas son “obras de misericordia corporales”.
Asimismo, el Pontífice ha observado
que “es muy dura la experiencia del hambre y la sed”, y desgraciadamente
“es una realidad actual y cercana a nosotros”. Cada día –ha aseverado–
encontramos personas que sufren estos males y necesitan nuestra ayuda.
Por otro lado, el Santo Padre ha indicado que “Jesús
nos enseña a responder a estas necesidades con su ejemplo”, y nos
recuerda que “Él es el pan de vida” y “quien tenga sed venga mí”. Él –ha
precisado– mandó a sus discípulos que dieran de comer a la multitud,
pero ellos sólo tenían cinco panes y dos peces. Tal y como ha recordado
“Jesús pronunció sobre estos la bendición y los partió, y al
distribuirlos, todos quedaron saciados”. Por eso, el Papa ha subrayado
que “su ejemplo nos interpela y nos anima a reconocer que cuando damos
nuestro poco al hermano necesitado se hace presente la ternura y la
misericordia de Dios”.
A continuación, el Santo Padre ha
saludado cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular
a los venidos de España y Latinoamérica. Así, les ha invitado a “salir
al encuentro de las necesidades más básicas de los que encuentren a su
camino, dando lo poco que tienen”. Dios, a su vez, “les corresponderá
con su gracia y los colmará de una auténtica alegría”, ha asegurado.
Después de los saludos en las
distintas lenguas, el Santo Padre ha dirigido unas palabras a los
jóvenes, los enfermos y los recién casados. En este punto, ha recordado
que hoy la liturgia hace memoria de san Pablo de la Cruz, sacerdote
fundador de los pasionistas. Por eso, ha deseado para los jóvenes que
“la meditación de la Pasión de Jesús” les enseñe la grandeza de su amor
por nosotros. A los enfermos les ha invitado a llevar su cruz en unión
con Cristo “para tener alivio” en el momento de la prueba. Y finalmente,
a los recién casados, les ha exhortado a dedicar tiempo a la oración,
para que la vida conyugal sea un camino de perfección cristiana.
in
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