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domingo, 29 de março de 2015

Dos jóvenes concebidas por fecundación in vitro dan la razón a Dolce & Gabbana: tener madre importa

Alana Newman y Hattie Hart los apoyan en «The Federalist»

Stefano Dolce y Domenico Gabbana critican que los niños sean educados sin padre o madre... se paga a la madre gestante para que desaparezca y olvide a su bebé
Actualizado 27 marzo 2015


Domenico Dolce y Stefano Gabbana, dos famosos del mundo de la moda abiertamente homosexuales, y dueños de la compañía Dolce & Gabbana, defendieron recientemente la familia tradicional, conformadas por un padre y una madre junto a sus hijos, y criticaron que los avances tecnológicos estuvieran al servicio de crear “hijos de la química, niños sintéticos”.

En una clara denuncia a la reproducción asistida, Dolce y Gabbana criticaron que se aprueben los “úteros en alquiler, semen elegido de un catálogo”.

Ante el intenso ataque y una amenaza de boicot contra los diseñadores italianos, encabezado por el músico gay Elton John, Alana Newman y Hattie Hart, dos jóvenes concebidas con fecundación asistida, decidieron defender con sus testimonios a los diseñadores italianos.

En un artículo publicado en el sitio web The Federalist, Alana y Hattie señalaron que “hablando como dos jóvenes concebidas de donantes –con vida debido a las tecnologías reproductivas– sentimos una urgente necesidad de responder… en apoyo de Dolce y Gabbana”.

“Es importante destacar”, indicaron en su artículo, “que los bebés, niños pequeños y todos estos seres ‘milagro’ son muy jóvenes para protestar contra su propia cosificación. Nosotras sin embargo estamos ahora en la edad y posición para hablar por nosotras mismas”.

Si bien precisaron que el término “sintético” es “en efecto una descripción dura e inadecuada”, en las palabras de Dolce “hay mucha verdad subyacente en lo que dijo”.

Las jóvenes señalaron que los concebidos de forma “no tradicional” son “seres humanos con igual capacidad en todo sentido, nadie cuestiona nuestra humanidad”.

Lo que está en debate, precisaron, “es cómo valoramos a los seres humanos en general”.

“¿Alguien le ha preguntado a (Elton) John por cuánto dinero compró a sus hijos? ¿Cuánto dinero él y Furnish (David Furnish, “esposo” del músico británico) pagaron a la madre genética por su ausencia e invisibilidad?”, cuestionaron.

Alana aseguró que “soy en verdad un ser humano. Mi hígado, corazón, pelo y enzimas, todo funciona igual. He descubierto que es mi psicología la que es diferente y que no está muy bien, debido a mi concepción”.

“No es un asunto para que los médicos lo arreglen, es un problema espiritual”, dijo, añadiendo que “mi padre aceptó dinero, y prometió no tener nada que ver conmigo”.

Si bien Alana reconoció que su madre fue “maravillosa” con ella, “mi viaje es una batalla contra el vacío dejado por la ausencia de mi padre, y una particular discapacidad para entender la diferencia entre sagrado y comercial, explotación y cooperación”.

Por su parte, Hattie confesó haber pasado por “una experiencia sorprendente similar” a la de Alana.

“Mi madre me informó de mi verdadera paternidad cuando yo tenía 14 años y fue, como se dice, irrevocable”.

Hattie recordó que “el entonces esposo de mi madre había esperado hasta que se divorciaron para permitirle decírmelo, y la revelación de que él no era mi padre biológico clarificó una sobrecogedora cantidad de temas entre nosotros”.

“Por una multitud de razones –sus antecedentes, mi personalidad y creencias, nuestra falta de conexión biológica– las cartas estaban echadas en contra de que nosotros tuviéramos una relación padre-hija convencional y amorosa”.

Hattie lamentó que “una de las grandes tragedias de la concepción con donantes es la pérdida de pertenencia: a una familia, a una cultura. Esencialmente, uno se convierte en moldeable como un niño. Anhelo un hogar. Me veo a mí misma como viajando en muchas direcciones, haciendo cualquier cosa para encontrar una”.

A través del contacto con otros como ella, así como investigación, “he descubierto que mi situación es de ninguna forma única, y ahora entiendo las explicaciones científicas a por qué mi padre social y yo –hasta cierto punto– no nos podíamos unir”.

Las jóvenes criticaron además que el “equipo Elton”, que respaldaba al músico en su amenaza de boicot contra Dolce & Gabbana, “está promoviendo literalmente la eliminación de las madres, no a través de la difamación, sino pretendiendo que ni siquiera existen”.

Por su parte, recordaron, los diseñadores italianos “han presentado recientemente dos campañas celebrando a la mujer y a la maternidad”.

Alana y Hattie señalaron que “la dinámica familiar que ha probado ser la más saludable y más exitosa ha sido la tradicional, esa de la experiencia de Dolce: Una madre, un padre y la resultante descendencia de la unión sexual y social de dos padres sexualmente complementarios”.

“Dolce y Gabbana son realistas cuyo trabajo diario consume materias primas naturales. Ellos trabajan duro para entender las aplicaciones prácticas y limitaciones de cosas tangibles –sedas, cueros, joyas, tacos. Como maestros de su arte, saben lo que es posible y lo que es tonto intentar. Ellos le deben su éxito a su entendimiento, aprecio y homenaje del cuerpo humano”.

Para las jóvenes, “crecer como concebida por donación, ha sido un gran lucha cumplir con el mandamiento ‘honrar a tu padre y a tu madre’, porque a fin de obedecer los deseos de un padre debemos aceptar a la eliminación del otro”.

“Suplicamos, rogamos: Déjenos honrar tanto a nuestras madres como a nuestros padres, como esenciales e irremplazables”, pidieron Alana y Hattie, culminando con un agradecimiento a “Domenico y Stefano, por su valentía”.

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